La autorización para la pesca en el río Pilcomayo abre nuevas oportunidades para la región de Tarija, garantizando una explotación responsable de los recursos naturales.

El levantamiento de la veda en el río Pilcomayo, anunciado por el Secretario de Desarrollo Productivo, Recursos Naturales y Medio Ambiente de Tarija, ha generado expectativas positivas en la región. La autorización para la pesca en este afluente representa un impulso económico importante y un compromiso con la sostenibilidad ambiental.

El levantamiento de la veda en el río Pilcomayo, anunciado por el Secretario de Desarrollo Productivo, Recursos Naturales y Medio Ambiente de Tarija, Efraín Rivera, ha generado expectativas positivas en la región. La autorización para la pesca en este afluente, que entrará en vigor tras la firma del documento por parte del Gobernador del departamento el próximo lunes 28 de abril, ha sido resultado de exhaustivas evaluaciones técnicas.

Tras la quinta revisión técnica llevada a cabo en colaboración con Codefauna de Villamontes, se determinó que las especies ictícolas presentes en el río Pilcomayo cumplen con el tamaño mínimo requerido de 35 centímetros para su extracción. Este hallazgo ha sido recibido con optimismo por las autoridades, quienes han expresado su confianza en que la reactivación de la pesca en la zona beneficiará tanto a los pescadores locales como a los consumidores.

El Secretario Rivera ha destacado que se espera un incremento significativo en la oferta de pescado en los mercados a partir del primero de mayo, una vez que se levante la veda. Esta medida representa un impulso importante para la economía de Villa Montes y Yacuiba, regiones donde la pesca es una actividad relevante que contribuye a la generación de ingresos para numerosas familias.

En términos de precios, se ha señalado que actualmente el sábalo en Villamontes se comercializa entre 5 y 7 bolivianos. Sin embargo, con la liberación de la pesca en el río Pilcomayo, se estima que los precios podrían aumentar hasta alcanzar entre 15 y 20 bolivianos, dependiendo del tamaño de los ejemplares capturados. Este escenario económico es recibido con entusiasmo por los productores locales, que ven en esta medida una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida.

Para garantizar una explotación sostenible de los recursos pesqueros, se han establecido controles estrictos para los 62 concesionarios autorizados para llevar a cabo la actividad. Estos pescadores solo podrán operar en el margen derecho del río Pilcomayo, bajo la supervisión y seguimiento de las autoridades competentes. Con estas medidas se busca prevenir prácticas abusivas que puedan impactar negativamente en el ecosistema del río, como el cruce de redes de lado a lado, una problemática que ha sido identificada en gestiones anteriores.

En resumen, el levantamiento de la veda en el río Pilcomayo representa una oportunidad para el desarrollo económico de la región, al tiempo que se busca garantizar una explotación responsable de los recursos naturales. Con un marco regulatorio claro y controles rigurosos, se espera que la pesca en este afluente contribuya al bienestar de las comunidades locales y al abastecimiento de pescado en los mercados de la zona.

El levantamiento de la veda en el río Pilcomayo representa una oportunidad para el desarrollo económico de la región, al tiempo que se busca garantizar una explotación responsable de los recursos naturales. Con un marco regulatorio claro y controles rigurosos, se espera que la pesca en este afluente contribuya al bienestar de las comunidades locales y al abastecimiento de pescado en los mercados de la zona.

 

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