Bolivia ha sido testigo de una contienda electoral sin precedentes, marcando la primera ocasión en su historia que dos binomios compiten en una segunda vuelta. En este escenario definitorio, la fórmula del Partido Demócrata Cristiano (PDC) se alzó con la victoria, designando a Edmand Lara Montaño como el nuevo vicepresidente electo del Estado. La figura de Lara Montaño encapsula una mezcla de juventud, controversia y la promesa de una transformación.
Con apenas cuarenta años, este exoficial de policía, jurista y activista se proyecta hacia el poder, encarnando tanto el estandarte de la lucha contra la corrupción como un foco de debate. Originario de Villa Rivero, Cochabamba, su trayectoria incluye una década y media en la Policía Nacional boliviana, donde alcanzó el grado de capitán. Su salida de la institución en enero de 2024, bajo el argumento de “faltas graves”, siguió a sus denuncias públicas sobre esquemas de extorsión y corrupción internos.
Su presencia activa en plataformas digitales, como TikTok, catalizó su ascenso, posicionándolo como una voz disruptiva que resuena entre segmentos urbanos y rurales desilusionados con la política convencional y los partidos establecidos. A lo largo de la campaña electoral, su enfoque directo y sin concesiones le granjeó tanto fervientes partidarios como severos detractores, suscitando controversias que incluyeron señalamientos de hostilidad hacia los medios y fricciones dentro de su propia fórmula.
No obstante, sus seguidores mantienen la esperanza de que su temperamento combativo se materialice en medidas concretas contra la impunidad y en una reforma estructural del aparato estatal. Asumiendo ahora las riendas del poder, el desafío para Lara Montaño radica en trascender la fase de denuncia para dedicarse a la gobernanza efectiva. Debe armonizar su perfil contestatario, que lo ha conectado con un electorado joven y popular, con las exigencias del poder institucional. Este es el momento crucial para que el exoficial de policía demuestre su capacidad de gestión y liderazgo en el ámbito público