La presencia de Carlos Lampe bajo los tres palos ha marcado un punto de inflexión para Bolívar, que parece haber encontrado la solidez defensiva necesaria para sus aspiraciones continentales. Su actuación fue determinante en la reciente clasificación del equipo a los octavos de final de la Copa Sudamericana. En el crucial encuentro contra Palestino, Lampe protagonizó una intervención clave al minuto 18, desbaratando un mano a mano de Ariel Martínez cuando el marcador aún se mantenía en cero, una atajada que resultó fundamental para el desarrollo del partido. A lo largo del compromiso, el experimentado guardameta exhibió su categoría internacional en diversas acciones, aunque también se registraron un par de imprecisiones en su juego con los pies que, si bien generaron momentos de incertidumbre, no lograron opacar la trascendencia de su desempeño general.

El nivel actual del arquero boliviano subsana una carencia notable que el club experimentó en la portería durante el semestre anterior, periodo en el que ni Federico Lanzillota ni Rubén Cordano lograron brindar la seguridad esperada. Este resurgimiento de Lampe, quien fuera una figura destacada en Atlético Tucumán, coincide con un momento de alegría para su exclub, que recientemente aseguró su pase a los octavos de final de la Copa Argentina tras eliminar a Boca Juniors. Con la confianza renovada en su portero, Bolívar ya enfoca su atención en el próximo desafío continental: Cienciano de Perú, su rival en la siguiente fase del torneo