En el Foro de Nuevos Liderazgos, Andrónico Rodríguez atribuyó el costo social del DS 21060 al neoliberalismo, eximiendo de culpa a la hiperinflación previa. En este sentido, insta al pueblo a comparar el bienestar social de la época neoliberal de los años 90 con el modelo económico «plural» implementado durante la gestión de Evo Morales. Sin embargo, los resultados y logros que menciona respecto al primer gobierno del MAS se sustentan en un contexto internacional favorable —basado en los altos precios del gas— más que en las políticas públicas. Así, resulta necesario comparar, céteris páribus, el mismo período de bonanza con otra administración, algo que, históricamente, no es posible, y cabe cuestionar si volveremos a contar con ingresos semejantes como país.
Posteriormente, Andrónico afirmó que el modelo «plural» ha fracasado, señalando únicamente a Luis Arce como un conveniente chivo expiatorio. No obstante, el exministro de Economía, desde 2020, se ha dedicado fundamentalmente a administrar las consecuencias del mal manejo macroeconómico de la gestión de Evo Morales. Si bien es alentador que Andrónico se muestre mejor preparado que su antecesor y se exprese en público con soltura y seguridad, su comprensión de la economía resulta limitada; o, en todo caso, su discurso es deliberadamente tendencioso.
Honestamente, no creo que Andrónico esté desplazando a Morales, quien se hunde por sí mismo, ni liberándose de su lazo caudillista. Incluso, Arce ha intentado aprovechar la legitimidad negativa que le brindaba la supuesta imagen de no ser «títere» de Evo Morales, sin que ello implicara consecuencias reales para el expresidente. A todas luces, el MAS está impulsando al candidato de la unidad, tras habernos vendido la (tan desgastante) división interna. Y, en los hechos, Evo nunca llegó a pisar la cárcel, mientras que los intereses del Chapare nunca se vieron afectados. Andrónico y Arce siguen siendo parte de la misma élite.

FUENTE: www.opinion.com.bo/