En la víspera del encuentro amistoso que Rusia disputará contra Bolivia en el estadio del Dinamo de Moscú, el seleccionador ruso, Valeri Karpin, ha ofrecido su perspectiva sobre el rival sudamericano. El técnico ha señalado que el equipo boliviano representa uno de los desafíos más significativos que su escuadra ha enfrentado en los últimos tiempos.

Al establecer una comparación con el conjunto iraní, al que Rusia se midió en octubre pasado, el estratega ruso destacó diferencias estilísticas notables. Aunque quizás no posea la misma robustez física que Irán, Karpin observa en Bolivia una marcada identidad latinoamericana, caracterizada por un juego más técnico y una predilección por la posesión del balón.

El combinado boliviano, por su parte, llega a este enfrentamiento tras haber asegurado la séptima posición en las recientes eliminatorias sudamericanas para el Mundial de 2026, lo que le otorga una plaza en la repesca intercontinental. En contraste, la selección rusa permanece al margen de las competiciones europeas debido a las sanciones impuestas por el conflicto en Ucrania, impidiéndole participar en el proceso clasificatorio para la próxima Copa del Mundo en Estados Unidos, México y Canadá