Jeanine Añez, quien ocupó la presidencia de Bolivia, ha defendido su situación actual, argumentando que su encarcelamiento es el resultado de una persecución política impulsada por el resentimiento de sus opositores, más que por cualquier acto de corrupción o inmoralidad. En sus declaraciones, Añez destacó que, mientras ella enfrenta la prisión, hay individuos involucrados en actos corruptos que siguen en libertad, lo que a su juicio refleja una injusticia en el sistema.
En un artículo reflexivo publicado recientemente, Añez compartió sus vivencias en el ámbito político, enfatizando las dificultades que ha enfrentado como mujer en un entorno predominantemente masculino. Recordó su ascenso a la presidencia en 2019, en medio de una crisis, y se presentó como una defensora de la democracia que respondió a un llamado del pueblo.
La exmandataria también subrayó que nunca intentó evadir la justicia. A pesar de las acusaciones que enfrenta, decidió permanecer en el país, afirmando que su entrega a las autoridades fue una muestra de su transparencia. Criticó el uso de su detención como parte de una narrativa que busca criminalizar su figura.
En relación a su candidatura en las elecciones de 2020, Añez explicó que su decisión de postularse fue objeto de críticas, a pesar de que finalmente optó por no participar. Se sintió injustamente tratada, señalando que mientras a los hombres se les perdona cambiar de opinión, a ella se le condenó por hacerlo.
Añez denunció que el sistema judicial en Bolivia está influenciado por intereses políticos, y su encarcelamiento es un claro ejemplo de abuso de autoridad. Además, mencionó haber experimentado lo que calificó como tortura psicológica y acusó al gobierno de crear casos en su contra, así como de su hija. En su defensa, afirmó que nunca encubrió actos de corrupción y que siempre abogó por la aplicación de la ley.
Por último, la ex presidenta abordó el tema del machismo en la política, señalando que las mujeres son juzgadas de manera más estricta que los hombres. Añez concluyó su reflexión haciendo un llamado a las mujeres para que continúen luchando por la igualdad y la justicia, sugiriendo que su encarcelamiento forma parte de un intento de silenciar su voz