La selección boliviana enfrentó una derrota contundente por 3-0 ante Japón en un partido amistoso disputado en Tokio, donde se evidenciaron las diferencias tácticas y de ritmo entre ambos conjuntos. Este encuentro dejó en claro varios aspectos que el técnico Óscar Villegas deberá trabajar para preparar la repesca rumbo al Mundial 2026.
Desde el inicio, Japón mostró superioridad en el campo. A los pocos minutos, Daichi Kamada abrió el marcador tras una asistencia precisa de Take Kubo, situación que evidenció las dificultades defensivas de Bolivia para contener las rápidas transiciones del rival. La defensa boliviana fue puesta a prueba constantemente por los ataques por las bandas del equipo local.
En la ofensiva, Bolivia careció de claridad y efectividad. Los intentos de contraataque fueron neutralizados con rapidez por la estructura defensiva japonesa, que se reorganizaba con agilidad tras perder la posesión. Cerca del minuto 29, Fernando Nava generó una oportunidad destacada con un disparo potente desde fuera del área que pasó muy cerca del poste, seguido por un intento similar de Gabriel Villamil, que también estuvo cerca de sorprender al arquero nipón. Sin embargo, estas acciones no lograron modificar el dominio japonés durante la primera mitad.
En el segundo tiempo, la selección boliviana mostró mayor determinación y presión ofensiva, aunque sin la contundencia necesaria para inquietar seriamente al rival. Japón mantuvo la paciencia y encontró espacios para ampliar la ventaja. Al minuto 72, Shuto Machino, ingresado en la segunda parte, anotó el segundo gol tras un disparo que superó al portero Guillermo Viscarra. Más adelante, al minuto 78, Keito Nakamura sentenció el marcador con un tercer tanto, aprovechando una desconcentración defensiva de Bolivia.
Con esta victoria, Japón suma tres triunfos consecutivos, tras superar previamente a Brasil y Ghana, consolidando un momento destacado bajo la dirección de Haijme Moriyasu, quien celebró su partido número 100 al mando del equipo nacional.
Para Bolivia, este resultado representa una oportunidad para analizar y corregir aspectos defensivos y ofensivos de cara al repechaje mundialista que se disputará en marzo, donde buscarán mantener viva la ilusión de clasificar al Mundial 2026


