El instrumento político vinculado al expresidente Evo Morales se encuentra en una fase crucial de negociaciones para definir su participación en las próximas elecciones generales, programadas para el 17 de agosto. Se perfila un posible acuerdo con Unidad Cívica Solidaridad (UCS), la organización liderada por el alcalde de Santa Cruz, Jhonny Fernández, mientras que, de forma paralela, se mantienen activas las conversaciones con el Movimiento de Renovación Nacional (Morena), encabezado por la alcaldesa de El Alto, Eva Copa.
Las especulaciones sobre un entendimiento con UCS cobraron fuerza tras la declaración de Jhonny Fernández, quien anunció su intención de visitar El Chapare, zona de influencia del expresidente, con el objetivo de buscar consensos políticos. Un senador cercano al movimiento confirmó que las discusiones con UCS están en sus etapas finales, buscando concretar una alianza que permita a los partidarios del expresidente postular candidatos propios bajo la sigla La fuerza del Pueblo, una coalición ya registrada ante la autoridad electoral.
Desde la dirigencia, se ha enfatizado que delegados del instrumento político se reunirán con Jhonny Fernández en el trópico cochabambino. La condición fundamental para esta alianza, según fuentes internas, es que el expresidente sea el candidato presidencial. Se ha dejado claro que cualquier otra posición, como la de vicepresidente o senador, implicaría su no participación en los comicios.
Sin embargo, en contraste con estas afirmaciones, un diputado afín al expresidente sugirió que las negociaciones para la postulación de Morales se estarían llevando a cabo con un partido político de reciente creación. Esta declaración ha alimentado la hipótesis de que el Movimiento de Renovación Nacional (Morena), que obtuvo su personalidad jurídica en febrero de este año, podría ser la opción preferente, dada la larga trayectoria de UCS en el panorama político nacional.
En otro frente, el ámbito político del expresidente ha experimentado tensiones internas. Un legislador acusó al exministro de Gobierno Carlos Romero Bonifaz de deslealtad, alegando reuniones secretas con sectores disidentes. Romero, por su parte, desmintió haber sostenido encuentros con dichas facciones, pero reconoció profundas discrepancias con el expresidente, especialmente en relación con los recientes bloqueos que derivaron en enfrentamientos y pérdidas de vidas. El exministro manifestó su decisión de apartarse, indicando que su ausencia sería su mayor contribución, y criticó las divisiones internas que han afectado al movimiento