El Club Guabirá atraviesa un periodo de rendimiento que ha generado inquietud entre sus seguidores, contrastando con los resultados favorables obtenidos semanas atrás. Bajo la dirección técnica de Marcelo Straccia, el conjunto montereño finalizó en tablas (2-2) su encuentro contra Real Tomayapo, correspondiente a la última jornada de la fase de grupos de la Copa Bolivia, dejando en evidencia ciertas inconsistencias en su propuesta futbolística.

Los tantos para el equipo local fueron convertidos por Gustavo Peredo a los 35 minutos de la primera mitad y Joaquín Barro a los 76 minutos del complemento. Por su parte, Real Tomayapo consiguió la igualdad gracias a las anotaciones de Marvín Bejarano a los 23 minutos del primer tiempo y Ezequiel Corulo, quien selló la paridad desde el punto penal en el minuto 90+11, asegurando así un punto crucial para los visitantes en los instantes finales del compromiso.

El cuadro azucarero desaprovechó una valiosa oportunidad de consolidarse como líder de su serie y asegurar una posición privilegiada. Este nuevo traspié en su propio campo, el estadio Gilberto Parada, provocó una clara manifestación de desilusión entre los aficionados, quienes expresaron su descontento al término del partido.

Esta actuación se suma a un historial reciente de encuentros donde el equipo no ha logrado alcanzar su mejor nivel. En su compromiso anterior frente a Oriente Petrolero, Guabirá ya había mostrado un desempeño discreto, lo que llevó al estratega argentino a reconocer la superioridad del rival en aquella ocasión.

Real Tomayapo, por su parte, generó múltiples ocasiones de peligro a lo largo del encuentro, aunque la falta de precisión en la definición les impidió capitalizar antes. No obstante, una infracción dentro del área penal en el tiempo de adición les brindó la oportunidad de igualar el marcador mediante la ejecución de Ezequiel Corulo, estableciendo así el empate definitivo en la cancha de Montero.

Al concluir el partido, Rafael Paz, presidente del club, manifestó su disgusto por los puntos cedidos. La situación actual obliga al equipo a permanecer a la expectativa del resultado del clásico cruceño entre Oriente Petrolero y Blooming, cuyo desenlace determinará su ubicación final y su camino hacia la siguiente fase del torneo