En el contexto de las celebraciones por el Bicentenario de la independencia boliviana, el gobernador de Tarija, Oscar Montes Barzón, asistió a la parada estudiantil llevada a cabo en la capital departamental. En su alocución, el mandatario departamental subrayó que la nación se aproxima a sus dos siglos de vida republicana inmersa en una coyuntura de profunda dificultad, tanto en el ámbito económico como en el institucional.
Esta compleja realidad, según el análisis presentado, abarca no solo una considerable presión económica, sino también un marcado deterioro institucional que incide en las distintas ramas del poder público. A ello se añaden las desafiantes circunstancias que enfrentan los sectores productivos y sociales.
No obstante, el gobernador Montes enfatizó que el mes patrio también configura un momento propicio para la transformación, dada la inminencia de los comicios generales. Considera que estos próximos sufragios ofrecen a la nación la oportunidad trascendental de seleccionar una nueva administración con la capacidad de reorientar el destino nacional y abordar con responsabilidad los grandes desafíos venideros.
Montes identificó tres imperativos cruciales que deberá asumir el próximo gobierno. En primer lugar, la gestión del desequilibrio presupuestario, enfatizando la necesidad de contener el gasto público para evitar una mayor inflación y frenar el crecimiento del déficit externo. En segundo lugar, la administración de la deuda externa, recordando que tras años de financiamiento a través de créditos, el país se enfrenta ahora al desafío de reembolsar esos fondos en dólares, lo que demanda una política financiera seria y sostenible. Finalmente, el tercer desafío es la preparación ante un posible escenario de escasez energética, donde la producción de gas no sea suficiente para satisfacer la demanda interna, lo que obligaría al país a importar este recurso vital.
El gobernador concluyó expresando su confianza en la capacidad de discernimiento del pueblo boliviano al momento de elegir, y su esperanza en que la futura gestión gubernamental posea la habilidad necesaria para encauzar a la nación fuera de la actual coyuntura adversa