Maximiliano Dávila, quien ocupó el cargo de jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico durante el gobierno de Evo Morales, fue detenido el 22 de enero de 2022 por la Policía de Bolivia en un intento de escapar hacia Argentina. Solo dos días después de su captura, fue encarcelado, enfrentando cargos relacionados con la legitimación de ganancias, aunque no por narcotráfico.
El 2 de febrero de ese mismo año, un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, anunció públicamente la oferta de una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que pudiera llevar a una condena en territorio estadounidense.
La declaración de Price se fundamenta en una acusación formal presentada por un Gran Jurado en Nueva York, el mismo organismo que anteriormente había procesado al narcotraficante Joaquín Chapo Guzmán, líder del cartel de Sinaloa. Guzmán fue sentenciado en 2019 a 30 años de prisión por la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York. En el caso de Dávila, la acusación se encuentra en el Distrito Sur de Nueva York, donde se emitió un cargo el 20 de septiembre de 2020.
De acuerdo con documentos judiciales a los que se tuvo acceso, Dávila y sus asociados están acusados de conspirar para importar cocaína desde Estados Unidos, así como de utilizar y poseer armas de fuego en relación con el narcotráfico.
El portavoz del Departamento de Estado también señaló que, en su calidad de director de la Felcn, Dávila habría abusado de su cargo para brindar protección a aeronaves implicadas en el transporte de cocaína a través de otros países, facilitando así su distribución en Estados Unidos