Eugenia Redin, quien ostenta la corona de Miss Santa Cruz 2025, se encuentra en un momento de notable prosperidad, tanto en su trayectoria profesional como en su esfera personal. Mientras se prepara meticulosamente para futuras competiciones de belleza, ha hecho público que su vida sentimental está marcada por una relación con el futbolista Robson Matheus.

Con una actitud caracterizada por su amabilidad y simpatía, la representante departamental ha compartido detalles sobre esta etapa de su vida junto a su pareja. La unión ha florecido durante aproximadamente dos meses, aunque el recuerdo preciso de su primer encuentro no es algo que Eugenia tenga grabado con exactitud.

La atracción hacia Matheus, según ha expresado, se originó en su autenticidad. Lo describe como un joven de carácter dulce, con un gran sentido del humor y muy cariñoso. Resalta una notable afinidad en la manera en que ambos demuestran su afecto, lo que genera una perfecta complementariedad en su compañía.

Previo a esta relación, el mundo del fútbol era completamente ajeno a Eugenia. Nunca había pisado un estadio ni seguido a ningún equipo. Sin embargo, esta circunstancia ha evolucionado, y ahora asistir a los partidos para ver jugar a su pareja se ha transformado en una de sus actividades predilectas, impulsada exclusivamente por el vínculo que los une.

Más allá de sus pasiones individuales, la pareja comparte un aprecio por los momentos sencillos. Ambos disfrutan profundamente del descanso, aprovechando cualquier oportunidad para tomar una siesta. Adicionalmente, la fe ocupa un lugar importante en su relación; la asistencia conjunta a la iglesia es una actividad que valoran, dada su común creencia.

El apoyo incondicional es un pilar central en su noviazgo. Eugenia subraya la constante motivación que recibe de Matheus, quien la respalda en todas sus iniciativas. En su rol como Miss, y particularmente durante desafíos como La Gran Batalla, él se mantiene como una fuente inagotable de mensajes de ánimo, palabras de aliento y gestos que buscan levantar su espíritu, consolidándose como su admirador más ferviente, una devoción que ella le corresponde con igual intensidad