El potencial educativo de herramientas digitales como los videojuegos y la conectividad en línea para la formación del siglo XXI se manifiesta de manera contundente a través de una iniciativa innovadora. Dos jóvenes estudiantes de CuMeCo en Santa Cruz, conocidos como Knowdi, de 14 años, y Sr. Ardilla, de 15 años, han llevado a cabo una recreación meticulosa de la Guerra del Pacífico dentro del entorno virtual de Minecraft. Este proyecto no solo perfecciona habilidades tecnológicas, sino que también fomenta destrezas cruciales en investigación y organización de equipos, entrelazando diversas disciplinas académicas.
La propuesta integra el estudio histórico del conflicto con aspectos detallados de la flora y fauna de Antofagasta y Calama. Asimismo, explora elementos de la mitología, la complejidad de la construcción naval y la geografía específica de las zonas costeras y el Desierto de Atacama. Adicionalmente, incorpora la aplicación de la matemática para mediciones precisas y escalas, junto con una inmersión en la arquitectura característica de la época de la guerra.
Para Adrian Guevara Roca (Knowdi) y Santiago Zapata Álvarez (Sr. Ardilla), la experiencia de reconstruir la Guerra del Pacífico en Minecraft resultó profundamente reveladora y estimulante. Descubrieron que edificar el escenario histórico bloque a bloque les proporcionó una perspectiva única sobre la magnitud y la intrincada naturaleza del conflicto, transformando el aprendizaje en un proceso entretenido de descubrimiento. Los estudiantes señalaron que esta participación activa superó los métodos tradicionales, como la lectura de libros o la visualización de documentales, al permitirles revivir los eventos históricos de forma vívida e inmersiva.
Este enfoque inmersivo evidenció para los alumnos la enorme disparidad entre la información limitada que a menudo se encuentra en los textos escolares y la vasta cantidad de datos disponibles en internet. La filosofía educativa de CuMeCo subraya que la red global opera como un extenso océano de conocimiento, donde una exploración más profunda conduce a una mayor comprensión, siempre que se formule preguntas adecuadas. Cualquier interrogante que surgía durante su exhaustiva investigación era resuelto con facilidad mediante recursos en línea. Por ejemplo, lograron localizar planos originales de buques de guerra históricos para su construcción precisa en el juego. Utilizando herramientas de mapeo digital, identificaron la ubicación exacta de la hacienda de Abaroa en Calama y midieron con precisión las distancias entre ciudades clave como Antofagasta y Calama. Plataformas de video e inteligencia artificial facilitaron una comprensión integral del conflicto, incluyendo las diversas perspectivas de Bolivia, Perú y Chile. La reconstrucción también requirió una investigación exhaustiva sobre la flora y fauna distintivas de la región, además de la búsqueda de fotografías de la década de 1880 para reproducir fielmente plazas, edificios, puertos y haciendas agrícolas de la época.
Jonathan Roca Figueroa, director de CuMeCo, sostiene que los estudiantes actuales representan, posiblemente, la generación más sofisticada que jamás haya existido. Observa que jóvenes como Knowdi y Sr. Ardilla demuestran una capacidad inherente para comprender el mundo navegando la colosal nube de datos que los rodea. Mediante su uso hábil de internet, estos estudiantes adquieren de forma autónoma habilidades y conocimientos, lo que les permite desarrollar proyectos académicos complejos y resolver problemas de manera colaborativa.
Roca Figueroa argumenta, además, que los modelos educativos heredados de la revolución industrial son cada vez más insuficientes para una sociedad basada en el conocimiento, dada la drástica evolución del propio entorno de aprendizaje. Señala la desconexión existente: mientras que conceptos como el aprendizaje basado en proyectos surgieron a finales del siglo XX, las estructuras escolares a menudo permanecen rígidamente compartimentadas por materias. De manera similar, a pesar de la adopción generalizada de computadoras personales en la década de 1980, los cuadernos y lápices tradicionales aún predominan en las aulas. La proliferación global de internet desde la década de 1990 todavía no ha logrado desplazar por completo los pesados libros de texto que continúan sobrecargando las mochilas y los planes de estudio de los estudiantes. Roca Figueroa concluye que la integración de videojuegos, internet y otras tecnologías modernas es indispensable para la educación de los estudiantes del siglo XXI