El aumento del dólar paralelo y la falta de recursos del fondo rotatorio impactan en el transporte a GNV en Tarija.
La escasez de dólares en Bolivia está teniendo un fuerte impacto en diferentes sectores económicos, siendo el transporte uno de los más afectados en la ciudad de Tarija. Líderes del sector del autotransporte han expresado su preocupación por el encarecimiento de insumos y repuestos necesarios para la conversión de vehículos a Gas Natural Vehicular, además de la falta de retorno de recursos del fondo rotatorio.
La escasez de dólares en Bolivia está generando repercusiones significativas en varios sectores económicos del país, y el transporte no escapa a esta problemática. En la ciudad de Tarija, líderes del sector del autotransporte han expresado su preocupación por el aumento de los precios de insumos, repuestos y equipos necesarios para la conversión de vehículos a Gas Natural Vehicular (GNV), atribuido al incremento del dólar paralelo. A esto se suma un problema adicional: la falta de retorno de los recursos del fondo rotatorio que se generan a través del carguío de gas y que deberían ser transferidos a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Gabriel Pérez, ejecutivo de la Federación del Autotransporte 15 de Abril, ha criticado al Gobierno central argumentando que existe una desconexión entre el discurso oficial y la realidad del mercado, especialmente en lo que respecta al tipo de cambio. Mientras el valor oficial del dólar se mantiene en 6,96 bolivianos, en el mercado informal el dólar ya ha superado los 14 bolivianos. Este desfase ha provocado un encarecimiento significativo en la adquisición de vehículos nuevos destinados al transporte, pasando de costar 15.000 dólares hace un año a 23.000 dólares en la actualidad. Este aumento de costos dificulta tanto la renovación de la flota de vehículos como la posibilidad de mantener tarifas estables para los usuarios, en un contexto de creciente inflación en el país.
Uno de los principales puntos de conflicto para el sector del autotransporte es la paralización del Programa GNV debido a la ausencia de transferencia de recursos por parte de YPFB. Según Pérez, la empresa estatal adeuda más de un millón de bolivianos al programa, fondos fundamentales para llevar a cabo las conversiones de vehículos a GNV. Sin estos recursos, muchos transportistas se ven imposibilitados de actualizar sus unidades y adaptarlas a esta tecnología, lo que les genera una situación de estancamiento.
Ante esta coyuntura, Pérez no descarta la posibilidad de llevar a cabo movilizaciones la próxima semana, y previamente planea enviar comunicaciones al Ministerio de Hidrocarburos exigiendo respuestas concretas y soluciones inmediatas a la problemática planteada.
Es importante destacar que la demanda de conversión a GNV en el sector del transporte ha aumentado considerablemente tras episodios de escasez de diésel y gasolina en el país, que resultaron en largas filas de vehículos en busca de combustible. Aunque la situación se ha normalizado, persiste el temor ante un eventual nuevo desabastecimiento en el futuro cercano.
La falta de recursos y el aumento del dólar paralelo están generando dificultades para el sector del autotransporte en Tarija, lo que podría desencadenar movilizaciones en busca de soluciones por parte de las autoridades.
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