La falta de un candidato con respaldo mayoritario complica el panorama político en Bolivia de cara a las elecciones generales.
La reciente publicación de la primera encuesta nacional de intención de voto en Bolivia ha generado incertidumbre en el escenario político del país, donde ningún candidato logra superar el 20% de preferencia. La fragmentación del voto y el desinterés ciudadano ante una oferta electoral considerada poco atractiva plantean un escenario desafiante para las próximas elecciones generales.
La publicación de la primera encuesta nacional de intención de voto de cara a las elecciones generales ha generado más incertidumbre que certezas en el escenario político boliviano. Según los datos, ningún candidato logra superar el 20% de preferencia, lo que refleja un panorama de fragmentación del voto y un marcado desinterés ciudadano ante una oferta electoral considerada fragmentada y poco atractiva.
El gobernador de Tarija, Oscar Montes, expresó su preocupación ante estos resultados al señalar que existe una clara desconexión entre los postulantes al poder y las verdaderas preocupaciones de la población. Montes hizo hincapié en la crisis política, económica y social que atraviesa el país, mencionando temas como la escasez de carburantes, la inflación y el temor a una crisis alimentaria, sin que ninguno de los candidatos haya presentado propuestas claras para hacerles frente.
Montes advirtió sobre las serias dificultades que enfrentará el próximo gobierno en caso de que esta tendencia se mantenga, debido a la probable composición fragmentada de la Asamblea Legislativa Plurinacional, lo que complicaría la toma de decisiones y la aprobación de leyes esenciales.
En cuanto al Movimiento Al Socialismo (MAS), pese a su desplome en la intención de voto, Montes evitó descartar su relevancia, recordando la volatilidad del voto boliviano y la posibilidad de cambios abruptos en las preferencias electorales.
Por su parte, desde el oficialismo, Jhenny Guarayo, dirigente de la organización de mujeres «Bartolina Sisa», cuestionó la veracidad de los datos de la encuesta, destacando que el binomio del MAS, liderado por Eduardo Del Castillo, apenas alcanza el 2,3% de preferencia electoral. Guarayo atribuyó este bajo respaldo a la reciente oficialización del candidato del MAS y aseguró que el margen de tiempo antes de las elecciones es suficiente para revertir la tendencia con una intensificación de la campaña política.
La encuesta, realizada por una firma nacional independiente, revela un escenario altamente competitivo y disperso. Entre los principales resultados destacan Samuel Doria Medina (Unidad) con un 19,1% de preferencia, seguido por Jorge Tuto Quiroga (Libre) con un 18,4%, Andrónico Rodríguez (Alianza Popular) con un 14,2%, Manfred Reyes Villa (APB-Súmate) con un 7,9%, y otros candidatos que muestran porcentajes menores.
En resumen, la encuesta electoral ha dejado en evidencia la falta de un candidato con un respaldo mayoritario y la necesidad de conectar con una población que muestra altos índices de votos blancos, nulos e indecisos, lo que plantea un escenario desafiante de cara a las próximas elecciones generales en Bolivia.
La encuesta electoral en Bolivia ha puesto de manifiesto la necesidad de conectar con una población que muestra altos índices de votos blancos, nulos e indecisos. La falta de un candidato con un respaldo mayoritario y la crisis política, económica y social que atraviesa el país representan desafíos para el próximo gobierno.
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