Hacia la conclusión de su actual periodo legislativo, la Cámara de Diputados ha implementado una modificación trascendental en su normativa interna. Esta reforma restablece el requisito de una mayoría de dos tercios para la aprobación de una decena de procedimientos específicos dentro de la instancia parlamentaria.

Como resultado de esta determinación, se eleva significativamente el umbral de votos necesarios para el tratamiento de leyes o resoluciones consideradas de urgencia, aquellas que demandan una alteración del orden del día establecido o la dispensa de trámites ordinarios. Es relevante señalar que la exigencia de dos tercios había sido previamente atenuada a una mayoría absoluta por la Asamblea Legislativa anterior, cuya gestión finalizó en 2020. Los actuales representantes parlamentarios han optado por restaurar este criterio más riguroso en su reglamento.

Esta decisión de la Cámara de Diputados tendrá un impacto directo en el Partido Demócrata Cristiano, que se perfila como la fuerza mayoritaria en la próxima legislatura. Dicha agrupación se verá compelida a forjar consensos y alianzas estratégicas para alcanzar el respaldo de dos tercios necesario para sus iniciativas.

La enmienda reglamentaria obtuvo la aprobación con la mencionada mayoría calificada durante la madrugada de este jueves, en lo que constituyó una de las últimas sesiones de la Cámara antes de la finalización de su mandato. Una de las diputadas, Deisy Choque, destacó que la medida contó con el apoyo de sectores de la oposición, lo que, según sus declaraciones, desvirtúa cualquier acusación de que la decisión fuera exclusiva del MAS.

El documento en cuestión introduce cambios en el Reglamento de Debates, afectando directamente los artículos 19, 30, 48, 76, 91, 103, 104, 134, 146 y 174 del Reglamento General. La modificación central radica en la sustitución de la frase mayoría absoluta por dos tercios en cada una de estas secciones