El Programa de Conversión a Gas Natural Vehicular (GNV) impulsado por la gobernación se ha consolidado como un modelo de éxito en la gestión pública, destacándose por su capacidad de auto-sostenimiento. José Navarro, director del programa, subrayó que esta iniciativa no solo logra recuperar su inversión, sino que también reinvierte de manera efectiva, operando de forma independiente de los ingresos de la institución.
Navarro enfatizó la importancia de la autonomía en la administración del programa, un objetivo planteado desde el inicio de la gestión del gobernador Oscar Montes en 2021. El director se mostró optimista sobre la posibilidad de que el programa no solo se mantenga autónomo, sino que también genere ingresos adicionales para la gobernación. En este sentido, se están considerando nuevas normativas que podrían permitir la obtención de recursos a partir de las certificaciones de sistemas de GNV en vehículos, las cuales actualmente no generan ingresos para la institución.
A pesar de la caída en los ingresos generales de la gobernación, el programa ha experimentado un crecimiento notable gracias a un fondo rotatorio que proviene de una tarifa de 20 centavos de boliviano que cada automovilista paga por metro cúbico de gas natural. Desde 2019, los ingresos anuales del programa han aumentado de 400 mil a cerca de 14 millones de bolivianos, lo que ha fortalecido su operatividad.
Este programa, que ha sido bien recibido por el sector del transporte a nivel nacional, es considerado uno de los más efectivos en el país, ya que no solo recupera su inversión, sino que también reinvierte y se sostiene por sí mismo.
Además, con la implementación de una nueva normativa que aborda cuestiones fiscales, el programa ha logrado optimizar sus recursos. Anteriormente, la gobernación perdía cerca de un millón y medio de bolivianos anuales por conceptos de impuestos como el IT y el IVA. Gracias a los cambios realizados, una parte de esos fondos ahora se destina a la operación y otra a la inversión.
Para el presente año, se prevé una inversión de 16 millones de bolivianos en conversiones y certificaciones, lo que refleja una planificación efectiva que está dando resultados positivos
