El constante uso de dispositivos electrónicos como celulares, tabletas, laptops y televisores ha elevado preocupaciones acerca de sus efectos en la salud visual. Investigaciones médicas han indicado que la luz que emiten estos aparatos y el esfuerzo constante de los ojos para enfocar objetos pueden afectar gradualmente la retina, el órgano responsable de recibir y transmitir imágenes al cerebro. Esto puede derivar en problemas visuales comunes como visión borrosa, ojos secos e irritados, sensibilidad a la luz, fatiga visual y dolores de cabeza. Para reducir el impacto de las pantallas en la vista, se recomienda limitar el tiempo de uso, evitar el uso en lugares oscuros, parpadear con frecuencia, ajustar la posición de las pantallas, hacer pausas regulares y utilizar filtros antirreflejantes. Estas prácticas pueden tener un impacto significativo en la preservación de la salud ocular a largo plazo.
