En un lapso inferior a 24 horas, el sistema penitenciario de Ecuador registró la muerte de 31 personas privadas de libertad, producto de dos violentos enfrentamientos entre grupos rivales. Estos incidentes evidencian la persistente crisis carcelaria que afecta al país desde hace cinco años y que continúa sin resolverse.

El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI) informó que tras una revisión detallada realizada por el ECU 911 y la Policía Nacional, la cifra oficial del primer altercado se ajustó a cuatro fallecidos y 34 heridos. En total, el número de víctimas mortales en el sistema penitenciario ascendió a 31 tras ambos sucesos.

Los disturbios se iniciaron alrededor de las 02:45 de la madrugada del domingo, cuando internos de dos pabellones se enfrentaron utilizando armas blancas y objetos contundentes. Posteriormente, durante la noche, un segundo ataque atribuido a la rivalidad entre las bandas Los Lobos y Sao Box provocó la muerte por asfixia de 27 reclusos dentro del mismo penal.

Estos hechos ocurrieron en una provincia que se ha convertido en un foco de violencia criminal, destacándose entre las regiones con las tasas de homicidio más elevadas a nivel mundial, superando los 80 casos por cada 100.000 habitantes. La disputa entre organizaciones delictivas ha extendido el conflicto hacia los centros penitenciarios, intensificando la crisis interna.

Fuentes vinculadas al sistema carcelario señalan que la violencia responde a la pugna por el control del penal entre las facciones de Los Lobos y Sao Box. Esta última agrupación, dedicada principalmente al microtráfico y la extorsión, ha fortalecido su influencia mediante el reclutamiento de delincuentes locales y la colaboración de algunos funcionarios penitenciarios