La divisa digital, que en mayo alcanzó un pico de cotización cercano a los 20 bolivianos, experimentó un marcado descenso al iniciar septiembre, transándose en plataformas por debajo de los 11,20 bolivianos. A pesar de esta notable devaluación, los precios de los bienes importados persisten en niveles elevados en el mercado local.
El mercado cambiario no oficial en Bolivia ha mostrado una considerable volatilidad en los últimos meses. El 2 de septiembre, por ejemplo, el dólar digital (USDT) se valoraba entre 10,87 y 11,16 bolivianos en plataformas como Binance, Bybit y Bitget, con un promedio de 11,05 bolivianos. En contraste, en las casas de cambio de Tarija, la divisa física mantenía un rango superior, comprándose a 11,80 bolivianos y vendiéndose a 12,02 bolivianos.
Esta tendencia a la baja se consolidó en agosto, tras un periodo de incertidumbre. El 17 de agosto, la cotización se situaba en 14,33 bolivianos; al día siguiente, descendió a 13,69 bolivianos, y para el 28 de agosto, ya se ubicaba en 12,52 bolivianos. Este retroceso es aún más significativo si se considera que en mayo había alcanzado su máximo histórico de 20 bolivianos.
Edwin Rojas, presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), atribuyó esta disminución a una reducción de la especulación y a una mayor estabilidad macroeconómica. Expresó su esperanza de que esta dinámica se consolide, aunque declinó predecir valores específicos, asegurando que la institución trabajará para preservar la tendencia actual. Rojas también resaltó que el sector privado ha registrado un superávit en su balanza comercial en los últimos meses, lo que ha facilitado una mayor inyección de divisas en el sistema financiero. Además de la mejora en la balanza comercial privada, el titular del BCB vinculó la caída del dólar paralelo a factores como la disipación de la incertidumbre y la menor especulación, fenómenos que siguieron a los conflictos y bloqueos de caminos registrados meses atrás.
A pesar de la depreciación de la divisa, los productos importados en comercios y mercados aún no reflejan rebajas. El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, explicó que esto se debe a que los comerciantes todavía están liquidando inventarios adquiridos bajo un tipo de cambio más elevado. El ministro detalló que es evidente que la liquidación de existencias se realizará progresivamente, y que los comerciantes no desean asumir pérdidas de manera abrupta. Por lo tanto, la persistencia de precios elevados en ciertos productos obedece a que fueron fijados con base en expectativas y valores especulativos anteriores. Montenegro añadió que las expectativas especulativas de meses pasados se han diluido, pero los mayoristas aún están ajustando sus márgenes de ganancia a la nueva realidad.
El economista tarijeño Fernando Romero proyecta que la tendencia podría llevar el dólar paralelo a aproximarse a los 10 bolivianos, si bien advierte sobre la extrema volatilidad de este mercado. Advirtió, no obstante, que cualquier suceso político podría revertir la tendencia e incluso generar un repunte previo a las elecciones nacionales, lo que dificulta ofrecer recomendaciones universales sobre la compra o venta de divisas, ya que depende de las necesidades individuales. Romero explicó que la disminución del precio del dólar en el mercado cambiario físico también se debe a un aumento en la oferta de divisas en el mercado interno, impulsado por el contrabando, el turismo, las remesas y un contexto político que genera expectativas favorables. Asimismo, señaló una caída en la demanda especulativa, ya que la población ha disminuido su temor y no está acumulando dólares, mientras que muchas empresas están convirtiendo sus divisas a bolivianos por temor a nuevas caídas y por la necesidad de fondos en moneda local para sus gastos operativos.
Por su parte, Humberto Arandia, director del Instituto Nacional de Estadística (INE), identificó tres factores clave que contribuyen a la baja del dólar digital en el país. En primer lugar, mencionó la mayor disponibilidad de divisas en el mercado, resultado de una balanza comercial positiva. En segundo lugar, la aprobación de créditos en la Asamblea Legislativa Plurinacional ha incrementado la oferta de dólares. Finalmente, un tercer factor es la reducción de la especulación en el mercado cambiario local.
La disminución del valor del dólar digital ha generado expectativas entre la población, pero la persistencia de precios altos en alimentos, electrodomésticos e insumos importados mantiene la percepción de que, si bien la divisa baja, el costo de vida no lo hace. Mientras el Banco Central de Bolivia asegura que la estabilidad cambiaria está cada vez más cerca, los consumidores aguardan que este alivio se traduzca en una reducción de precios en los mercados. En este contexto, Mercedes Quisbert, dirigente de los gremiales del país, instó al gobierno a implementar medidas estructurales para estabilizar el tipo de cambio del dólar, dado que los productos importados continúan siendo costosos, a pesar de que la divisa ha descendido a niveles entre los 11 y 12 bolivianos