Efraín Perales, líder del movimiento intercultural en Bolivia, y el alcalde de Bermejo, Irineo Flores, han rechazado categóricamente las acusaciones que los vinculan con los recientes incendios forestales en el oriente del país. En declaraciones realizadas tras la inauguración de una nueva sede, Perales enfatizó que los verdaderos responsables son los empresarios de la región, quienes, según él, intentan evadir su responsabilidad al culpar a las comunidades más vulnerables.

El dirigente instó a revisar la historia para entender la situación, señalando que los empresarios han estado quemando tierras y luego trasladan la culpa a quienes menos tienen. Aseguró que los interculturales están en estado de alerta, pero continuarán con sus labores productivas en beneficio de la población boliviana.

Por su parte, el alcalde Flores, quien se identifica como el único alcalde intercultural en Bolivia, también defendió a su comunidad. Relató que, aunque tiene raíces en Potosí, su vida ha estado marcada por circunstancias económicas que lo llevaron a Bermejo. Reiteró que los interculturales no son responsables de los incendios, sugiriendo que es necesario abordar el problema desde una perspectiva diferente.

Perales recordó que la distribución de tierras por parte de Evo Morales a las familias interculturales no fue un acto gratuito, sino una medida para que estas tierras sean trabajadas. Citó el lema del himno chapaco, que resalta que la tierra es de quien la trabaja, enfatizando que no pertenece a los grandes empresarios.

El dirigente también subrayó que es falso atribuir la culpa de los incendios a los interculturales, y que es necesario que el gobierno implemente un control más riguroso sobre las quemas autorizadas. Según Perales, alrededor del 30% de las tierras en Bolivia son propiedad de empresarios, mientras que el 40% son tierras fiscales y el resto pertenece a campesinos y comunidades interculturales.

Finalmente, Perales concluyó que su comunidad no acapara tierras en el país y que las acusaciones en su contra son infundadas, reiterando su compromiso con la democracia y el apoyo al gobierno de Luis Arce, elegido por la voluntad popular