Desde el Ministerio de Gobierno, se ha puesto de manifiesto la diferencia en el proceder ante las convocatorias judiciales, ejemplificada por la actitud de la dirigente Ruth Nina en contraste con la del expresidente Evo Morales.

La señora Nina, tras presentarse voluntariamente ante el Ministerio Público, ha sido formalmente aprehendida. Esta acción, según lo expresado por la autoridad gubernamental, demuestra un sentido de responsabilidad frente a las declaraciones que ahora son objeto de un proceso penal.

Por el contrario, el exmandatario Evo Morales no ha respondido a las citaciones judiciales y pesa sobre él una orden de aprehensión, vinculada a un caso de trata de personas en la región de Tarija. La postura de la dirigente, al acudir al llamado de las autoridades competentes, ha sido destacada como un ejemplo de cómo se debe actuar en estas circunstancias.

La dirigente de Pan-Bol enfrenta un proceso legal derivado de sus advertencias públicas sobre la posibilidad de que en futuros comicios se contabilizaran decesos en lugar de sufragios. Las imputaciones que pesan sobre ella incluyen instigación pública a delinquir, amenazas y delitos de índole electoral. Su situación legal será definida próximamente por una autoridad judicial. Los ilícitos que se le imputan podrían acarrear penas privativas de libertad de hasta cinco años, según lo señalado por la autoridad gubernamental