Como en un sueño, estamos en el año 25 del nuevo siglo. Pasaron muchas cosas desde el 2.000. La Guerra del Agua, del Gas y tantas otras iguales o menos importantes en nuestras vidas. Aunque parece increíble, llegamos al bicentenario de la República.
Apenas doce o trece millones de bolivianos en una tierra fecunda, inmensa y hermosa, con grandes riquezas, dicen, pero que algunos pelean, por supuesto derecho divino, para representarnos, decidir por la mayoría, aunque no estemos de acuerdo.
El fraude del año 2002 que cambió la historia de la Patria, la asunción del masismo al poder, absoluto, la esperanza hecha añinos ¿con esa reserva moral?, la esquizofrenia y pedofilia de un hombre envilecido, que no afronta su realidad.
Actores de reparto, de varios hechos y errores, entre ellos el calamitoso gobierno de Áñez, pero como si nada hubiera pasado, hoy precandidatos, dispuestos a destruir, sin escrúpulos ni contemplaciones, al que tengan al frente.
Encuestas que nunca aciertan, con la finalidad de confundir o influir, operadores que cambian de color y preferencia en cada elección, sin sonrojarse. Fracasan, una y otra vez, pero nunca pierden la esperanza, convencidos de ser ungidos, esta vez.
Lo único que tiene el ciudadano, cada cinco años, es su voto, uno solo, verdadero, consciente, democrático, Ningún político, organización o movimiento social, puede decidir por nadie.
La campaña antes de la campaña, para destruir con todas las armas al adversario, no importa lo que piense el vecino, amigo, familiar o compañero, la política aflora nuestros instintos primitivos, nubla la razón, elimina el respeto y consideración.
Propongo respetar cualquier opinión, pero también exigiré mi derecho a decidir como ciudadano.
Hace un mes se proclamó a Manfred Reyes Villa en el estadio Sudamericano “Felix Capriles”, llegaron del país, hombres y mujeres de todas las edades, con esperanza en mejor futuro, en el Líder, no importó la lluvia o que mucha gente no pudo ingresar, como se vio en el documental “República y Nación” del joven activista Omar Ramírez García.
Faltan cinco meses y diez días para la elección del Presidente servidor, ojalá que el boliviano elija sin presiones ni diatribas, pensando solo en mejorar Bolivia, sin exclusiones.
Mis circunstancias
MOISÉS REVOLLO
Periodista deportivo
moisesrevollo@yahoo.es
FUENTE: www.opinion.com.bo/