En un contexto de creciente descontento social, el gobernador electo de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, ha calificado como meramente retórica la promesa del presidente Luis Arce de resolver en un plazo de diez días la crisis de abastecimiento de combustibles y la escalada de precios en los alimentos. Camacho expresó su escepticismo a través de sus plataformas digitales, afirmando que las declaraciones de Arce son un intento de desviar la atención ante la indignación de la población.
El gobernador cuestionó la viabilidad de las soluciones planteadas por el mandatario, recordando que los problemas actuales son el resultado de dos décadas de mala gestión y corrupción bajo los gobiernos de Evo Morales y Luis Arce. Camacho instó a la ciudadanía a observar los resultados el próximo 21 de noviembre, cuando se cumplirán los diez días prometidos, para evaluar si el gobierno ha cumplido con sus compromisos o si, por el contrario, se trata de una nueva promesa incumplida.
El anuncio del presidente Arce se produjo durante los actos conmemorativos del 214 aniversario del grito libertario de Potosí, donde se comprometió a abordar los problemas de abastecimiento y precios tras un periodo de bloqueos que duró 24 días, impulsados por organizaciones afines al exmandatario Morales. Arce aseguró que su administración estaba trabajando para resolver estas dificultades en un tiempo determinado.
A pesar de las promesas del gobierno, Camacho enfatizó la necesidad de un cambio profundo en el país, uno que esté fundamentado en la libertad, la propiedad privada y la productividad. Según él, solo aquellos que compartan esta visión podrán impulsar un modelo productivo que permita a Bolivia superar la crisis actual