El sector de la construcción en Tarija continúa enfrentando serias dificultades económicas, una situación que se ha agudizado en la última década, especialmente por la caída de los ingresos provenientes de la renta petrolera. Según la Federación de Constructores de Tarija, el costo de los materiales de construcción ha aumentado en un 40%, lo que ha impactado negativamente en la realización de proyectos de infraestructura.
Carlos Salvatierra, representante de la mencionada federación, destacó que el precio de una bolsa de cemento ha superado los 50 bolivianos, un incremento notable desde los 42 bolivianos que costaba anteriormente. Este aumento también se refleja en otros materiales esenciales para la construcción, como el fierro.
Salvatierra indicó que el sector ya venía lidiando con una crisis desde 2014, cuando comenzaron a descender los ingresos por renta petrolera, y que ni las autoridades locales ni regionales han encontrado formas efectivas de mitigar esta situación. Además, la crisis ha comenzado a tener repercusiones a nivel nacional.
El dirigente también expresó su preocupación por el aumento de ferias informales y el crecimiento de la delincuencia en la región, señalando que los robos se han vuelto comunes y que la respuesta de las autoridades es insuficiente. Esta realidad, según él, es un reflejo de la complicada situación que atraviesa el país.
Actualmente, se estima que un 80% de los trabajadores del sector de la construcción se encuentran desempleados. Muchos de ellos han recurrido al comercio informal como medio para subsistir. La crisis en el sector ha llevado al cierre de numerosas empresas constructoras y a la migración de otras hacia el interior del país, lo que ha generado un exceso de mano de obra en la región