La situación del sector de la construcción en Bolivia se ha visto gravemente afectada por la escasez de combustibles y el aumento en los precios de los materiales. La Sociedad Boliviana de Ingenieros (SIB) ha alertado sobre cómo estas dificultades están impactando el progreso de las limitadas obras en curso en el país.
Pascual Velásquez, representante de la SIB en Tarija, destacó la falta de diésel necesario para la operación de maquinaria pesada, lo que está ocasionando retrasos significativos en la ejecución de proyectos. Además, el costo de los materiales de construcción ha aumentado en un 20% debido a la falta de dólares, lo que complica aún más la situación para los constructores.
Este incremento en los precios afecta de manera directa a las empresas que han obtenido contratos para obras públicas, ya que se enfrentan a plazos de entrega que ahora son difíciles de cumplir. Esta situación podría resultar en multas para las empresas que no logren finalizar sus proyectos a tiempo. Velásquez mencionó que, ante la variación de precios, muchas constructoras se han visto forzadas a rescindir contratos.
Por si fuera poco, el ejecutivo de la SIB en Tarija también denunció una presión constante por parte del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), que ha estado contactando a profesionales en mora para amenazarlos con sanciones. Velásquez expresó su preocupación por esta situación, sugiriendo que el SIN debería mostrar más comprensión hacia los contribuyentes que enfrentan dificultades.
En respuesta a estos desafíos, una comisión de profesionales de diversas partes del país ya ha comenzado a trabajar en la gestión para anular algunas de las multas impuestas por el SIN, con la esperanza de obtener resultados favorables