La Cooperativa de Servicios de Telecomunicaciones de Tarija (Cosett) se encuentra sumida en una profunda crisis, marcada por divisiones internas que obstaculizan cualquier intento de rescate de la institución. En un momento crítico, con la subasta de su edificio principal programada para los próximos días, la tensión entre sus miembros y consejeros alcanza nuevos niveles.

Un sector del consejo de vigilancia ha impulsado la convocatoria a una Asamblea General Extraordinaria de Urgencia, programada para este jueves a las 18:30 en las instalaciones del Comité Cívico de Tarija. La iniciativa, promovida por figuras como Mario Castillo y Eduardo Casasola, busca abordar la compleja situación económica y legal de la cooperativa, que enfrenta el embargo y la inminente ejecución de varios de sus bienes inmuebles, incluyendo su sede central ubicada en la plaza Sucre, cuya subasta está fijada para el 17 de octubre. Desde este grupo, se ha expresado la preocupación por la posible pérdida del edificio principal, valorado en 4.2 millones de bolivianos, especialmente cuando el patrimonio total de Cosett supera el millón de dólares. Se ha hecho un llamado a la participación masiva de los socios, advirtiendo que la falta de cohesión podría agravar aún más la precaria situación financiera de la cooperativa, ya afectada por deudas y litigios por incumplimiento de obligaciones.

Sin embargo, esta propuesta no cuenta con el respaldo unánime dentro de la cooperativa. Otra facción del consejo de vigilancia, de la que forma parte Adolfo Roca, ha cuestionado vehementemente la legalidad de dicha convocatoria. Se ha argumentado que no se han cumplido los procedimientos establecidos en la normativa cooperativa para la realización de una Asamblea General. Entre los requisitos señalados, se incluyen un plazo de anticipación de 15 días para la convocatoria, su publicación en un medio de comunicación, ya sea audiovisual o escrito, y la condición de que los socios participantes estén al día en el pago de sus servicios. Según estas objeciones, ninguna de estas condiciones se habría satisfecho en la actual convocatoria, lo que ha llevado a desaconsejar la asistencia a lo que consideran un encuentro sin validez legal.

La polarización interna es un claro reflejo del profundo deterioro institucional y económico que atraviesa Cosett. La que alguna vez fue considerada una de las instituciones más robustas del departamento, ahora se encuentra en una espiral descendente, con una significativa disminución de su patrimonio, cuentas bancarias congeladas y propiedades en riesgo de ejecución judicial. A pesar de los esfuerzos por revertir esta crítica situación, los conflictos internos han paralizado la capacidad de gestión y han erosionado la confianza de los socios en sus representantes, dejando a la cooperativa en una encrucijada sin una solución clara a la vista

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