El combinado nacional se alista para sus compromisos finales del año, con una concentración programada para el 9 de noviembre en Santa Cruz antes de iniciar su travesía hacia el continente asiático. Allí, la escuadra boliviana medirá fuerzas con dos potencias futbolísticas mundialistas: Corea del Sur y Japón. Ambos equipos se encuentran en un excelente estado de forma y ofrecerán un desafío significativo para el conjunto dirigido por Óscar Villegas.
El primer duelo está fijado para el 14 de noviembre en Seúl, seguido por el segundo enfrentamiento el 18 de noviembre en Tokio. Estos partidos culminarán la agenda de 2025 para la selección, que tiene como objetivo primordial afianzar su plantel y perfeccionar su esquema táctico con miras al repechaje mundialista del próximo ciclo.
La planificación logística de esta expedición se asemeja a la reciente gira por Europa, donde el equipo se midió con Jordania y Rusia en octubre. No obstante, en esta ocasión, el cuerpo técnico debe abordar una considerable diferencia horaria de trece horas, lo que exige una estrategia particular para los entrenamientos y la adaptación física de los jugadores.
La delegación tiene previsto su despegue desde Santa Cruz el domingo 9 de noviembre, con varias escalas programadas antes de su arribo a Seúl. En la capital surcoreana, el equipo dispondrá de un mínimo de tres sesiones de práctica antes de su confrontación con Corea del Sur. Posteriormente, el contingente se desplazará a Tokio para su encuentro con Japón, con lo cual finalizará su actividad en el calendario FIFA de 2025.
Los dos adversarios asiáticos exhiben un historial reciente impresionante, con victorias ante selecciones de renombre mundial en sus últimos partidos preparatorios. Estos dos desafíos de envergadura serán cruciales para evaluar el desarrollo del equipo y cohesionar al grupo de cara a 2026, año en el que la nación buscará sellar su clasificación para la cita mundialista