La Comisión de Árbitros de la Federación Boliviana de Fútbol ha implementado medidas disciplinarias contra varios oficiales de partido, a raíz de fallos detectados durante la décima jornada del campeonato nacional. Estas determinaciones se basan en un minucioso análisis de las grabaciones de audio y video de dos encuentros que generaron particular controversia.
En relación con el cotejo entre Bolívar y Always Ready, celebrado el 15 de junio en la capital, el árbitro principal, Gabriel Mendoza, ha sido inhabilitado por un mes. La sanción se deriva de su decisión de validar una anotación del conjunto alteño que, según las revisiones, debió ser invalidada. La jugada en cuestión presentó dos irregularidades previas: un apoyo indebido de Marcelo Suárez sobre Erwin Saavedra, seguido de un contacto del esférico con la mano del atacante antes de la concreción del gol que selló el empate a dos. La situación se vio complicada por la ausencia de una llamada desde la cabina del VAR para que Mendoza revisara la acción, lo que magnificó el desacierto arbitral.
El responsable del sistema de videoarbitraje (VAR) en dicho compromiso, Rafael Calani, enfrenta una penalización más rigurosa, con una suspensión de dos meses de toda actividad oficial. Asimismo, los jueces de línea implicados en el mismo partido también han sido objeto de castigo. Emanuel Castañeta, primer asistente, deberá cumplir una inhabilitación equivalente a cuatro partidos, mientras que Lucio Criales, segundo asistente, ha sido suspendido por dos encuentros.
De manera similar, la terna arbitral que ofició en el enfrentamiento entre Aurora y GV San José, disputado el 14 de junio en Cochabamba, también ha sido objeto de medidas disciplinarias. Tanto el árbitro central, Santiago Silva, como el encargado del VAR, Carlos Arteaga, han recibido una suspensión de dos meses. En este partido, se señalaron tres penas máximas, de las cuales dos fueron consideradas incorrectas tras la evaluación post-partido.
Entre las decisiones controvertidas, se incluyó la concesión de una falta por un presunto forcejeo sobre Ramiro Ballivián que, según el reglamento, no justificaba la sanción. Adicionalmente, se otorgó un penal a favor de Aurora por una sujeción a David Robles, sin que se advirtiera una infracción anterior cometida por el propio jugador. A pesar de que el guardameta de GV San José logró detener la ejecución, la misma fue ordenada a repetirse debido a una invasión reglamentaria del área.
Conforme a la normativa interna de la Comisión de Árbitros, todos los oficiales de partido que han sido sancionados deberán mantener su preparación teórica y práctica durante el período de su inhabilitación. Este requisito busca asegurar que demuestren su plena aptitud para reincorporarse a la dirección de encuentros una vez concluidas sus respectivas suspensiones