El panorama político chileno se ha visto agitado por las recientes declaraciones de Johannes Kaiser, aspirante a la presidencia por el Partido Nacional Libertario, en relación con Bolivia.
Sus exigencias se centran en que el país vecino adopte una actitud más colaborativa en temas cruciales como la gestión migratoria, el combate al contrabando y la prevención del crimen organizado. Ha instado a Bolivia a comportarse de manera que refleje un estándar de nación civilizada.
El político también ha interpelado a sus compatriotas chilenos, buscando explicaciones sobre la presunta permisividad ante el ingreso de miles de millones de dólares en contrabando de drogas y armamento proveniente de territorio boliviano.
En un tono más enérgico, Kaiser ha advertido que, de ser elegido presidente, considerará la interrupción de los flujos económicos hacia Bolivia si no se observa un trato recíproco y favorable hacia Chile. Argumenta que, dado el volumen de comercio chileno que transita hacia Bolivia, no hay justificación para mantener relaciones cordiales si la contraparte no muestra buena disposición.
Estas manifestaciones siguen a advertencias previas, donde el candidato prometió, en caso de alcanzar la presidencia, reforzar la Gendarmería, ampliar la capacidad carcelaria y proceder al cierre de la frontera con Bolivia. En aquella ocasión, enfatizó que la situación actual con Bolivia se terminaría y que los vehículos chilenos robados no volverían a ser rematados en territorio boliviano.
Incluso, ha llegado a señalar que, si Chile fuera humillado nuevamente, la capital boliviana, La Paz, enfrentaría consecuencias severas, sugiriendo de forma retórica que su nombre debería ser cambiado, ya que la paz no sería la realidad.
Las declaraciones han provocado una respuesta inmediata del presidente boliviano, Luis Arce. El mandatario calificó la postura de Kaiser como una muestra de imprudencia e inmadurez política, interpretándola como un intento de capitalizar la campaña electoral. Arce ha sido enfático al considerar las amenazas del candidato ultraderechista de cerrar la frontera como profundamente irresponsables e inaceptables

