La reanudación de relaciones diplomáticas plenas entre Bolivia y Estados Unidos, a nivel de embajadores, simboliza un giro trascendental en los lazos bilaterales. Esta determinación, anunciada conjuntamente por el presidente boliviano Rodrigo Paz y el vicesecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, pone fin a un periodo de diecisiete años de distanciamiento que se inició en 2008, cuando el entonces mandatario boliviano, Evo Morales, ordenó la expulsión del embajador estadounidense Philip Goldberg, bajo acusaciones de conspiración.
El anuncio tuvo lugar en el Palacio de Gobierno, tras la ceremonia de investidura del nuevo jefe de Estado boliviano. Durante una comparecencia conjunta, el presidente Paz extendió un saludo cordial al presidente estadounidense, Donald Trump, y manifestó su agradecimiento por la numerosa delegación norteamericana presente en los actos oficiales.
Paz destacó que se han establecido diversos puntos de acuerdo en beneficio de ambas naciones, con el objetivo de fortalecer sus vínculos y consolidar una alianza estratégica. Afirmó el compromiso de reactivar las relaciones con Washington, un proceso que, según indicó, se replicará con otras naciones de las que Bolivia se había apartado debido a posturas ideológicas. El líder boliviano enfatizó que las futuras interacciones con Estados Unidos se fundamentarán en los pilares de la democracia, el desarrollo y los valores humanos, promoviendo una visión de cooperación y respeto mutuo.
Por su parte, el vicesecretario Landau subrayó que la presencia de su delegación representa una celebración de la democracia boliviana. Transmitió los saludos del presidente Trump y del secretario de Estado, Marco Rubio, y aseguró que Bolivia ha sido históricamente una nación hermana de Estados Unidos, expresando su confianza en un retorno a esa amistad tradicional entre ambos pueblos.
Landau mencionó la estrecha comunicación que ha mantenido con Rodrigo Paz desde su etapa como presidente electo y, ahora como presidente, reafirmó la intención de restablecer las relaciones a nivel de embajador, un estándar que consideró fundamental. Calificó como inusual la ausencia de representantes diplomáticos de alto nivel en ambas capitales y manifestó la esperanza de una pronta designación de los nuevos embajadores.
El funcionario estadounidense recalcó además que la diplomacia constituye la vía natural para el entendimiento entre naciones, elogiando la disposición del presidente Paz para forjar una relación sólida. Finalmente, anticipó la existencia de amplias esferas de colaboración bilateral en áreas como la educación, la seguridad ciudadana y el desarrollo económico, además de un interés compartido en promover la inversión extranjera en Bolivia. Landau concluyó afirmando la plena disposición para trabajar conjuntamente y consolidar esta renovada fase de amistad y colaboración

