El fútbol boliviano se prepara para un nuevo encuentro de preparación en Turquía, marcando el regreso del combinado nacional a ese país después de catorce años. Esta próxima cita evoca un episodio singular y controvertido de la historia reciente, específicamente un partido disputado el 9 de febrero de 2011 en Antalya contra la selección de Letonia, que posteriormente se vio envuelto en una investigación de la FIFA por presunto amaño, resultando en drásticas sanciones para los oficiales del encuentro.
Aquel período de 2011 coincidió con un momento de transición para la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), que había confiado la dirección técnica del equipo nacional a Gustavo Quinteros. El partido contra Letonia en suelo turco fue, de hecho, el debut oficial del estratega al frente del seleccionado.
El choque, fijado para el 9 de febrero, se desarrolló bajo circunstancias inusuales. En Bolivia, la afición no tuvo acceso a una transmisión televisiva, dependiendo únicamente de conexiones por internet. Las grabaciones disponibles, a menudo de carácter amateur, revelaban un recinto deportivo prácticamente vacío, sin la presencia de público, y la ausencia de narración permitía escuchar claramente las interacciones entre los futbolistas en el campo.
El marcador final de 2-1 a favor de Letonia ya era atípico, pero lo más llamativo fue que la totalidad de las tres anotaciones provinieron de la ejecución de penales. El único gol para el conjunto boliviano fue obra de Marcelo Martins. Tras la primera mitad, el cuadro europeo ya se imponía por la mínima diferencia (1-0). La segunda etapa presenció una ráfaga de actividad desde los doce pasos, con las dos restantes dianas materializándose en un breve lapso de apenas seis minutos.
La alineación titular de Bolivia para aquel compromiso estuvo conformada por Carlos Arias en el arco; Miguel Hoyos, Ronald Raldes, Ronald Rivero (quien fue reemplazado por Marvin Bejarano) y Luis Gutiérrez en la defensa; Wálter Flores (sustituido por Ricardo Pedriel), Jaime Robles, Mauricio Saucedo (con Rudy Cardozo ingresando en su lugar), Joselito Vaca y Jhasmani Campos (relevado por Juan Carlos Arce) en el mediocampo; y Marcelo Martins como único referente en ataque.
La particularidad del encuentro de Bolivia no era un hecho aislado. En la misma jornada y en el mismo escenario deportivo, se disputó otro cotejo internacional entre las selecciones de Estonia y Bulgaria, que finalizó con un empate 2-2, y, de manera igualmente sorprendente, todos los goles anotados también fueron de penal. La coincidencia de dos partidos con un total de siete goles, todos ellos convertidos desde el punto penal, encendió las alarmas de la FIFA, que no tardó en iniciar una exhaustiva investigación ante la clara sospecha de manipulación de resultados.
La logística y organización de estos encuentros estuvieron a cargo de una compañía tailandesa, cuya identidad nunca fue revelada públicamente. En respuesta a la situación, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) ofreció su plena colaboración a la FIFA. Entre las acciones inmediatas, la FBF decidió cancelar dos partidos amistosos adicionales que estaban programados para marzo de ese mismo año, también en Antalya, contra Finlandia y Bulgaria. En aquel momento, la presidencia del fútbol nacional recaía en Carlos Chávez.
La investigación llevada a cabo por el máximo organismo rector del fútbol mundial culminó con una resolución contundente: la suspensión de por vida para los tríos arbitrales que dirigieron ambos partidos, bajo cargos de corrupción pasiva, manipulación e influencia en los resultados. Específicamente, el encuentro entre Letonia y Bolivia fue oficiado por un equipo arbitral proveniente de Bosnia y Herzegovina. La federación de ese país también condujo su propia indagación, que corroboró que los tres colegiados habían viajado a Turquía y actuado en el partido sin la debida autorización de su asociación nacional.
La determinación final de la FIFA fue hecha pública en agosto de 2011. A pesar de la gravedad de los hechos, ninguna de las cuatro selecciones nacionales involucradas en los encuentros fue objeto de sanción alguna