Bolivia, que actualmente produce aproximadamente 33 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) de gas natural, ha decidido destinar cerca de 18 MMmcd para la exportación y 14 MMmcd para el consumo interno. Sin embargo, la situación de las reservas de gas del país ha permanecido en la incertidumbre durante los últimos seis años.

El 17 de septiembre marcó el final de un acuerdo de exportación de gas natural a Argentina que había estado vigente durante casi dos décadas. La Fundación Jubileo ha alertado que esta decisión podría resultar en una pérdida de ingresos de alrededor de 50 millones de dólares al mes, lo que podría agravar la crisis económica que enfrenta Bolivia. A pesar de estas preocupaciones, la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ha restado importancia a estos temores, asegurando que el gas que anteriormente se enviaba a Argentina será redirigido al mercado brasileño, considerado su principal comprador en la actualidad.

Oscar Claros, gerente de Contratos de Exportación de Gas Natural de YPFB, explicó en una entrevista que la finalización del contrato con Argentina no ha sido inesperada y que la empresa había estado preparándose para este cambio. Según Claros, la transición hacia el mercado brasileño ya está en marcha, con clientes tanto públicos como privados listos para adquirir el gas excedente. Destacó que Brasil representa el mercado de exportación más grande para Bolivia y que las ventas están aseguradas.

Al ser cuestionado sobre el impacto financiero que tendría la finalización del contrato con Argentina, Claros evitó proporcionar cifras específicas, argumentando que el gas que se enviaba a Argentina ahora será colocado en otros mercados, lo que no generará pérdidas para el país. Reiteró que el gas se redirigirá a diferentes clientes en Brasil, incluyendo a Petrobras, y que los precios en este mercado podrían ser más competitivos que los anteriores acuerdos con Argentina.

Además, Claros mencionó que YPFB está considerando la posibilidad de comprar gas argentino en la frontera y transportarlo a Brasil, lo que les permitiría actuar como intermediarios en el comercio internacional de gas. Esto podría abrir nuevas oportunidades de ingresos para la empresa y fortalecer su posición en el mercado energético de la región.

En cuanto a la producción nacional, Claros detalló que la demanda interna se sitúa en aproximadamente 14 MMmcd, dejando un excedente de 19 MMmcd. Con la caída gradual de las exportaciones a Argentina, que se ha reducido en un 50% mensual hasta llegar a cero, se espera que todo ese volumen se destine a Brasil.

A pesar de la reciente contratación de una consultora para certificar las reservas de gas, la información sobre la cantidad exacta de gas disponible para la venta sigue siendo un misterio. Claros indicó que no tiene acceso a esos datos, ya que son manejados por el área de exploración y producción de la empresa.

Por otro lado, algunos parlamentarios han exigido a YPFB que proporcione transparencia en la gestión de hidrocarburos, incluyendo la divulgación de la certificación de reservas y detalles sobre las adendas contractuales que han sido mantenidas en secreto. El diputado Adrián Vega ha criticado la situación actual del sector hidrocarburífero en Bolivia, sugiriendo que el país ha perdido su estatus como referente en la producción de gas.

Asimismo, el diputado Alejandro Reyes ha solicitado un informe al ministro de Hidrocarburos sobre las repercusiones de la finalización del contrato con Argentina. En Tarija, el Comité Cívico ha anunciado una convocatoria al ministro para discutir las políticas hidrocarburíferas y la situación de la nueva ley de hidrocarburos

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