La selección nacional de Bolivia mantiene vivas sus aspiraciones de clasificar a la Copa del Mundo de 2026. Aunque el camino directo luce complicado, la posibilidad de acceder a la repesca intercontinental sigue siendo una meta alcanzable.
Actualmente, el combinado boliviano se encuentra en la octava posición de la tabla de clasificación sudamericana, acumulando diecisiete puntos. Esta ubicación lo sitúa a tan solo una unidad de Venezuela, que ocupa el séptimo puesto con dieciocho puntos. Dicha séptima plaza es precisamente la que otorga el derecho a disputar el repechaje, lo que confiere a los partidos programados para septiembre una importancia capital para las ambiciones del equipo.
El calendario de la última doble fecha de las Eliminatorias Conmebol presenta dos desafíos determinantes para Bolivia. El equipo deberá viajar primero para enfrentar a Colombia en un compromiso de alta exigencia, y posteriormente cerrará su participación como local, aprovechando la altitud de El Alto, recibiendo a la selección de Brasil. Para conservar la opción de la repesca, es indispensable que el conjunto nacional consiga la victoria en al menos uno de estos dos encuentros. Adicionalmente, su destino depende de los resultados de Venezuela, que no debería sumar de a tres en ninguno de sus próximos partidos contra Argentina y Colombia.
El formato del repechaje intercontinental ha sido modificado para esta edición del Mundial. Ya no consistirá en un simple enfrentamiento directo entre representantes de dos confederaciones. En su lugar, se ha diseñado un mini torneo de carácter internacional en el que participarán seis selecciones de diversas regiones del mundo, compitiendo por dos cupos disponibles para la fase final del campeonato.
Las selecciones que tomarán parte en esta fase de repesca serán: el equipo que finalice en la séptima posición de la Conmebol, el ganador de una eliminatoria previa en Asia, el vencedor de un playoff en África, dos equipos de la Concacaf que no consigan la clasificación directa, y el conjunto que resulte perdedor de la final de Oceanía. Es importante destacar que las selecciones de la UEFA no tendrán representación en esta instancia.
Este torneo clasificatorio se llevará a cabo en una de las sedes designadas para el Mundial de 2026, que podrían ser Estados Unidos, México o Canadá. La competición comprenderá un total de cuatro partidos: dos semifinales seguidas de dos finales, todos disputados a partido único. Si bien las fechas exactas aún no han sido confirmadas oficialmente, se estima que estos encuentros se desarrollarán durante el mes de marzo de 2026.
La organización del torneo prevé que las seis selecciones participantes sean ordenadas según su posición en el ranking de la FIFA. Las cuatro selecciones con peor ubicación en dicha clasificación se enfrentarán entre sí en las semifinales iniciales. Los dos equipos que resulten ganadores de estas rondas avanzarán para medirse contra las dos selecciones mejor posicionadas en el ranking mundial en las finales. Los dos vencedores de estas finales serán quienes obtengan su pasaje definitivo para participar en la Copa del Mundo. Este sistema presenta un desafío considerable, y para Bolivia, el primer y fundamental paso es asegurar su lugar en la repesca sudamericana