La delegación nacional de fútbol concluyó su trayecto aéreo hacia Barranquilla, aterrizando en el Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz, ubicado en el municipio de Soledad, a unos nueve kilómetros de la ciudad anfitriona. El arribo, tras casi cinco horas de vuelo desde Santa Cruz, se produjo aproximadamente a las 20:00, hora boliviana.

A lo largo del viaje, el ambiente a bordo se mantuvo relajado. Mientras algunos futbolistas se distraían con dispositivos electrónicos, otros optaban por la conversación, una dinámica que también se observó entre los miembros del cuerpo técnico, liderado por Óscar Villegas. Sin embargo, justo antes de iniciar el descenso en Barranquilla, la atmósfera se transformó. Daniel Aliaga, conocido afectuosamente como ‘El Chasqui’, impulsó un momento de motivación, arengando al equipo con un mensaje de fortaleza, al que la comitiva respondió con un unísono y repetido cántico de ‘Bolivia, Bolivia, Bolivia’.

Una vez en tierra, los deportistas completaron los procedimientos migratorios requeridos antes de ser trasladados en autobús al hotel de concentración, donde se dispondrían a cenar y descansar. Durante la misma jornada, otros integrantes del plantel se sumaron a la concentración en Barranquilla, llegando desde diversas latitudes del fútbol internacional: Roberto Carlos Fernández (Rusia), Efraín Morales (Canadá), Enzo Monteiro (Letonia), Lucas Macazaga (España) y Diego Medina (Bulgaria).

A su llegada a suelo colombiano, los futbolistas mantuvieron un perfil bajo, absteniéndose de ofrecer declaraciones a la prensa, en estricto apego a las directrices de concentración y disciplina impuestas por la Federación Boliviana de Fútbol. La única sesión de entrenamiento prevista para el equipo de Óscar Villegas se llevará a cabo la tarde del miércoles en el estadio Metropolitano. Esta práctica tendrá como objetivo principal el reconocimiento del terreno de juego, preparatorio para el encuentro que disputarán al día siguiente contra el combinado dirigido por Néstor Lorenzo