La selección boliviana de fútbol ha logrado un hito significativo al vencer en casa a Brasil, asegurando su pase a la repesca mundialista en un desenlace cargado de emoción. Este triunfo se produjo en un contexto favorable, ya que el resultado adverso de Venezuela frente a Colombia despejó el camino para el equipo nacional, que cumplió con su objetivo al imponerse a la selección brasileña, una de las potencias históricas del fútbol.
Durante la primera mitad del encuentro disputado en El Alto, el conjunto boliviano buscó establecer su dominio desde el inicio, intentando perforar la portería rival con disparos de larga distancia en repetidas ocasiones. No obstante, a medida que el partido avanzaba, estos intentos de larga distancia fueron progresivamente controlados y neutralizados por la defensa brasileña. Con el transcurrir del tiempo en el estadio de Villa Ingenio, la apertura del marcador se resistía, y la situación se complicó aún más con la lesión de Diego Medina, que obligó a una sustitución temprana.
Sin embargo, en los minutos de adición, justo cuando el primer tiempo parecía concluir con un empate sin anotaciones, el sistema de videoarbitraje (VAR) intervino para señalar una pena máxima a favor de Bolivia en el minuto 49. Miguel Terceros, una de las promesas del fútbol boliviano, convirtió el penal en el gol que tanto se esperaba, acercando al equipo a la repesca. Este tanto cobró mayor relevancia al conocerse el favorable resultado de Colombia, que se imponía a Venezuela en Maturín.
Para la segunda mitad, el equipo dirigido por Óscar Villegas se esforzó por mantener la ventaja, pero el desgaste físico comenzó a hacerse evidente, lo que llevó a que los cinco cambios permitidos fueran utilizados con antelación. Mientras tanto, la selección brasileña no lograba reaccionar, lo que llevó a su estratega, Carlo Ancelotti, a reforzar su ofensiva con la entrada de jugadores de renombre. A pesar de la presencia de figuras internacionales como Raphinha, Marquinhos o Estevao, la resistencia del conjunto boliviano, con un esfuerzo denodado y el apoyo estratégico de los recogepelotas, fue inquebrantable, logrando salvaguardar su mínima ventaja en Villa Ingenio.
El silbato final resonó, desatando la euforia en el estadio. Bolivia acumuló un total de 20 puntos, asegurando su lugar en la repesca mundialista, programada para marzo de 2026. La emoción embargó a la población, que salió masivamente a las calles para celebrar este logro histórico, que acerca al país a una posible participación en la Copa del Mundo después de 31 años de ausencia. El desafío ahora recae en el mismo plantel para culminar este proceso en marzo, buscando la clasificación definitiva a la Copa del Mundo y consolidar así la alegría nacional