El autotransporte en Tarija se encuentra al borde de una paralización de 72 horas, comenzando este viernes, como respuesta al persistente desabastecimiento de diésel y gasolina que afecta a la región. La situación ha generado largas colas en las estaciones de servicio y ha dificultado el acceso regular a combustibles, lo que ha provocado una creciente frustración entre los transportistas, quienes afirman que esta crisis está interrumpiendo sus operaciones.
Gabriel Pérez, representante de la Federación de Autotransporte 15 de Abril, ha calificado la situación como alarmante, manifestando su descontento por la constante falta de carburantes en el país. A pesar de los compromisos previos del Gobierno para asegurar el suministro de combustibles, los transportistas se sienten nuevamente perjudicados. No podemos continuar trabajando en estas condiciones, comentó.
El dirigente añadió que la federación está a la espera de directrices del organismo nacional de transporte para llevar a cabo la huelga, la cual podría impactar tanto el transporte de carga como el de pasajeros durante tres días.
Además, Pérez ha señalado que la introducción reciente de nuevas variedades de combustibles a precios elevados ha generado aún más descontento en el sector. Este cambio obliga a los transportistas a optar por el diésel ULS, una opción más costosa y sin subsidio, en momentos en que el carburante subsidiado no está disponible.
El representante expresó su asombro ante esta situación, resaltando que muchos transportistas no pueden afrontar el costo del diésel ULS, lo que repercute negativamente en sus ingresos y eleva los gastos operativos de sus recorridos.
Esto no solo afecta a los transportistas, sino que también tiene repercusiones en la economía en general. La falta de acceso al combustible subsidiado incrementa los costos y, como consecuencia, las tarifas de transporte se verán forzosamente elevadas, afirmó