El regreso del plantel de Blooming a Santa Cruz, tras su victoria por 2-1 sobre Guabirá en la decimoquinta jornada del torneo todos contra todos, estuvo marcado por un inesperado y preocupante incidente. El autobús que transportaba al equipo fue impactado por un proyectil que, de acuerdo con las primeras evaluaciones policiales, correspondía a una bala de arma de fuego.

El suceso tuvo lugar mientras la delegación abandonaba la localidad de Montero, en las proximidades de la terminal de autobuses. Se percibió un fuerte impacto en una de las ventanas del vehículo, lo que generó un momento de alarma entre los ocupantes, quienes inicialmente supusieron que se trataba de un objeto cualquiera. Sin embargo, la posterior confirmación por parte de las autoridades policiales reveló la verdadera naturaleza del impacto.

A pesar de que el vehículo contaba con un dispositivo de seguridad que incluía escolta privada y resguardo de la Policía Nacional, el proyectil logró alcanzar el autobús sin que se pudiera identificar de inmediato el origen del disparo. En medio de la tensión, el conductor mantuvo la trayectoria del vehículo sin detenerse, continuando el trayecto directamente hasta la sede del club en la capital cruceña.

Afortunadamente, no se registraron heridos entre los miembros del plantel ni del cuerpo técnico, aunque el episodio provocó un considerable susto en toda la delegación. La naturaleza del incidente, ya sea un acto intencional o una bala perdida, permanece bajo investigación. La institución deportiva ha optado por la cautela, absteniéndose de emitir comunicados oficiales hasta disponer de un informe policial concluyente que arroje luz sobre los hechos.

Este acontecimiento, que pudo haber tenido consecuencias trágicas, ha llevado a la directiva del club a considerar la revisión y el refuerzo de los protocolos de seguridad para futuros desplazamientos del equipo, buscando garantizar la integridad de sus integrantes