La representante del Concejo de Salud, Carla Paredes, ha manifestado su profunda preocupación ante una propuesta de modificación presupuestaria para la gestión 2025 presentada por la Asamblea Legislativa Departamental. El centro de su objeción radica en la aparente preferencia por la adquisición de indumentaria institucional, en un contexto donde el sistema de salud público enfrenta serias carencias.
Paredes enfatizó que esta asignación se plantea mientras los centros hospitalarios del departamento continúan lidiando con la escasez de medicamentos esenciales, equipos médicos averiados y una insuficiencia general de recursos. La cifra destinada a la vestimenta, que asciende a 41.500 bolivianos, fue señalada como desproporcionada frente a las urgencias sanitarias.
Como ejemplo de las necesidades críticas, la representante aludió al estado de un tomógrafo hospitalario que se encuentra inoperable, cuya reparación o reemplazo implicaría una inversión de 153.000 bolivianos. Esta situación, según Paredes, pone en evidencia una distorsión en las prioridades de gasto público.
Adicionalmente, se cuestionaron los elevados ingresos de los asambleístas, que alcanzan los 11.000 bolivianos mensuales. Paredes indicó que, a lo largo de un periodo de cinco años, estos salarios representan una suma cercana al medio millón de bolivianos por legislador, lo que, en su opinión, contrasta fuertemente con la solicitud de fondos para uniformes. Finalmente, la dirigente hizo un llamado a la ciudadanía para que ejerza un análisis crítico sobre la gestión de sus autoridades electas, instando a una reflexión profunda sobre la dirección de los recursos departamentales