Las autoridades argentinas han decidido instalar un alambrado de 200 metros en la frontera con Bolivia, como parte de un esfuerzo por mejorar el control en esta zona. Esta medida se enmarca dentro del Plan Güemes, que busca implementar diversas estrategias de vigilancia en la frontera que separa Aguas Blancas, Argentina, de Bermejo, Bolivia.
La decisión ha suscitado inquietud en el gobierno boliviano, que a través del Ministerio de Relaciones Exteriores ha emitido un comunicado expresando su preocupación. En este documento, se subraya la importancia de abordar los temas fronterizos de manera bilateral, enfatizando que las decisiones unilaterales podrían comprometer las relaciones amistosas y la convivencia entre ambas naciones.
Javier Martínez, senador del partido Comunidad Ciudadana en Bolivia, ha señalado que el alambrado se ubicará dentro del territorio argentino. Según su perspectiva, el gobierno argentino parece contradecirse, ya que anteriormente se había informado sobre el contrabando en sentido inverso, donde ciudadanos argentinos cruzan a Bermejo para adquirir productos debido a la diferencia de precios.
Martínez también recordó que en situaciones pasadas, cuando los productos argentinos ingresaban a Bolivia, el gobierno envió tropas a la frontera, y en ese momento, no hubo quejas por parte de las autoridades argentinas. En su opinión, no tiene sentido que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia emita un comunicado si no se está perjudicando a los ciudadanos bolivianos.
El senador explicó que si un ciudadano argentino introduce productos de forma no autorizada a su país, Argentina tiene el derecho de implementar medidas de control y realizar decomisos. A su juicio, se está generando una atención excesiva al anuncio del alambrado.
Además, Martínez mencionó que el gobierno argentino ha desplegado efectivos navales para llevar a cabo controles en la frontera, y que en el lado boliviano también hay presencia de fuerzas navales para supervisar el paso de mercancías. Destacó que en ocasiones se han encontrado sustancias controladas en embarcaciones que transportan productos a través de la frontera.
El senador considera que estas medidas son necesarias para evitar el contrabando y la entrada de productos ilícitos. A pesar de ello, expresó su desacuerdo con la reacción de la Cancillería boliviana, argumentando que la afectación no recae sobre los ciudadanos de su país.
Martínez también prevé un aumento en el comercio en las ciudades fronterizas como Bermejo, Yacuiba y Villazón, ya que los ciudadanos argentinos continuarán cruzando la frontera para adquirir productos más económicos que en su país. Comentó que incluso medios argentinos han visitado Bolivia para comparar precios.
El flujo de argentinos hacia las ciudades fronterizas podría generar un impulso económico tanto en el comercio como en el turismo. El senador concluyó que es natural que las personas que viven en la frontera crucen de un lado a otro, destacando que anteriormente eran los bolivianos quienes viajaban a Argentina en busca de productos más accesibles, pero que ahora son los argentinos quienes están optando por comprar en Bolivia debido a los altos costos en su país
