El combinado nacional de Arabia Saudita ha asegurado su presencia en la Copa del Mundo de 2026, tras un empate sin goles frente a la selección de Irak. Este resultado fue suficiente para alcanzar el objetivo clasificatorio, desatando una ola de júbilo y festejos a lo largo y ancho del reino.

En reconocimiento a este logro deportivo, el gobierno saudí ha anunciado una significativa recompensa económica. Cada integrante del plantel de jugadores, así como el director técnico Hervé Renard, recibirá una bonificación de cinco millones de riyales, equivalentes a aproximadamente un millón de dólares, como muestra de aprecio por su destacada labor en esta exitosa campaña.

El camino hacia la clasificación no estuvo exento de desafíos, con momentos de incertidumbre durante las etapas iniciales del proceso. Sin embargo, el regreso de Renard al frente del cuerpo técnico inyectó una renovada estabilidad y dirección al equipo. Bajo su liderazgo, el conjunto verde encontró la cohesión necesaria para consolidar su rendimiento y asegurar su séptima participación en la máxima cita del fútbol mundial, la tercera de forma consecutiva, reafirmando así su estatus como una de las potencias futbolísticas más consistentes del continente asiático