La ciudad de Tarija se enfrenta a las graves consecuencias de una intensa tormenta de granizo que azotó la región el pasado jueves 16 de octubre, llevando a la administración municipal a la emisión de un decreto de emergencia. Esta medida busca movilizar recursos esenciales para la reparación de los extensos daños causados por el fenómeno meteorológico en infraestructuras vitales y áreas productivas.
El impacto en la infraestructura urbana es considerable. Siete mercados municipales sufrieron afectaciones significativas, destacándose el Mercado Central, cuya cubierta requiere una sustitución completa. Adicionalmente, se reportaron deterioros en la infraestructura de ocho centros de salud y veintidós unidades educativas, un hecho confirmado por las asociaciones de padres de familia locales. Veinte campos deportivos también necesitarán trabajos de refacción.
Más allá de los edificios públicos, la precipitación gélida causó la pérdida total de los viveros municipales y dejó inoperativo el cincuenta por ciento del alumbrado público. Brigadas municipales se encuentran desplegadas en diversos distritos, trabajando en la rehabilitación de calles, a pesar de los desafíos que presenta la escasez de diésel.
En el ámbito rural, tres comunidades –San Pedro de Sola, Bella Vista y Obrajes– experimentaron un impacto devastador en sus cultivos agrícolas. Los productores de estas zonas, que se encontraban en plena época de cosecha de productos como arveja y papa, vieron cómo sus esfuerzos se perdían.
Estimaciones de los representantes del sector campesino indican que cerca de 500 agricultores en Bella Vista y San Pedro de Sola han perdido la totalidad de su producción. La persistencia del granizo en el terreno tras la tormenta provoca un efecto de quemadura y pudrición en las plantas, haciendo imposible su recuperación y obligando a los agricultores a incurrir en nuevos gastos para la resiembra.
Ante la persistencia de condiciones climáticas adversas, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología ha emitido una alerta para Tarija, anticipando la posibilidad de nuevas precipitaciones. El pronóstico hasta el jueves 23 de octubre señala mañanas con cielos parcialmente nublados, con probabilidad de tormentas eléctricas por las tardes, sin descartar la ocurrencia de más granizadas.
Para el viernes, se prevé una mayor probabilidad de lluvias intensas, acompañadas de tormentas eléctricas y granizo. Se recomienda a la población tomar precauciones y evitar zonas de riesgo como árboles altos, postes y estructuras metálicas.
Las intensas lluvias proyectadas podrían provocar un aumento considerable en el caudal de los ríos Bermejo, Salinas, Guadalquivir y Pilaya, lo que incrementa el riesgo de desbordes en estas cuencas