El rol de padre se adapta a los cambios y supera las barreras del cansancio y el estrés de estos tiempos, pero las fuerzas nunca se agotan cuando se trata de buscar el bienestar de los hijos.
Ellos aseguran que no es suficiente ser proveedores, porque es más importante estar presentes en todo momento, aunque a veces el trabajo lo impida.
Franz Abacari tiene 24 años y asegura que está feliz con sus dos niñas. Aracely, su compañera de vida, resalta las cualidades que tiene como padre, porque asegura que no se corre de los que haceres de la casa. “Estoy aprendiendo cada día, porque no es fácil cumplir con todo lo que ellas esperan de su padre”, dice.
Trabaja como albañil y recibe un sueldo semanal. “Está fea la cosa, pero hay que buscarle como sea para seguir adelante. Pagan Bs 150 el día y hay que hacerlo estirar lo más que se pueda”, comenta al referirse a la crisis que hay por el incremento de precios en los productos de la canasta familiar.
Algunos se dividen las tareas del hogar, porque son conscientes que eso no es solo para las mujeres. Hugo Justiniano tiene dos hijos, de 7 y 9 años. A sus 44 años asegura que, aunque debe trabajar duro para mantener a su familia, está contento de ser padre. “La situación es complicada”, indica mientras lava algo de ropa.
Hugo cuenta que viene de una familia de siete hermanos y sus padres le enseñaron que los oficios no son solo de hombres o de mujeres, sino de todos los que viven en el hogar.
Indica que cuidar de sus hijos s es algo hermoso, pero reconoce que al principio sintió temor de no poder cumplir su rol paternal. “Uno se asusta por la situación que se pone cada vez más difícil, pero en el día a día se consigue avanzar”, reflexiona.
También hay quienes que deben seguir adelante, pese a las adversidades que enfrentan. Orlando Ortiz Rojas (60) tiene nueve hijos, el mayor cumplió 39 años y la última 14. Por circunstancias de la vida, asegura que hace dos años se separó de su esposa. “Quedamos bien con ella, porque lo más importante es el bienestar de los hijos”, dice al comentar que ya tiene ocho nietos.
“La situación está difícil, por eso a mi edad tengo que seguir buscando qué hacer, todo lo que sea trabajar está bien. Ahora estoy como ayudante de albañil”, indica.
José Alanes, maestro albañil de 43 años disfruta de sus tres sus hijos y comenta que es necesario buscar el lado bueno de las cosas, por eso en medio de la crisis hay que agradecer por el trabajo que se tiene.“Ahora la situación está costosa, pero es un regalo de Dios el tener un trabajo cerca de mi casa. Antes, me pagaban Bs 140 por día, pero tenía que salir a trabajar a las 5:00 y gastaba para los pasajes y la comida . Siempre le puse ganas y empeño a todo lo que hacía, porque no perdía la esperanza de desempeñarme de forma independiente en mi rubro. Cuando uno tiene un trabajo hay que aprovecharlo y no desperdiciar esa oportunidad”, recomienda.
“Con voluntad y honestidad se pueden conseguir las cosas. Trabajamos de 7:30 a 12:00 y de 13:30 a 18:00. Con lo que ahorro de mis pasajes y el almuerzo pude aliviar los gastos del colegio”, complementa.Para Cristian Camargo, que ahora tiene 23 años, no fue fácil ser padre primerizo, pero ahora disfruta de su hijo de cuatro años. “Fue algo difícil convertirme en papá a los 19 años, pero al final del día vale la pena. Pasó el tiempo y fui conociendo más del rol y ahora estoy feliz y contento”, dice.
Cristian es artesano, al igual que su esposa, lo que les permite cuidar de su hijo mientras trabajan. “Hacemos manualidades en macramé y bisutería. Tuvimos que aprender en la pandemia. Todo el tiempo estamos innovando para que puedan salir nuestros productos”, comenta.
Es consciente que ahora son otros tiempos, que la crisis también golpea a las familias. “Sería grandioso tener varios hijos, para que la descendencia sea grande, pero la situación que vivimos no está para eso, hay que ser realistas. Nada es como antes, ahora no queda más que adaptarse al cambio”, aconseja.
Para Javier Canaviri Cardona (30) convertirse en papá le ayudó a entender a sus padres. Ahora que tiene dos hijos, un niño de cuatro años y una niña de dos, comprende por qué sus padres se preocupaban tanto por cuidarlo. “Uno hace todo por protegerlos y buscamos la manera de salir adelante”, remarca.
Para otros, asumir el rol de padre trae enseñanzas. Arturo Escalante (32), que tiene a Federico (5) y a Máximo (1), asegura que su vida cambió completamente. “Es un rol muy lindo que me ha hecho crecer como persona en muchos aspectos, sobre todo a madurar, a tener más paciencia y ser más comprensivo. Uno vive por ellos”, dice.
Comenta que, aunque uno tenga muchas obligaciones que cumplir, siempre hay que sacar fuerzas y tiempo para jugar con los hijos, porque es fundamental pasar tiempo con ellos.
Kevin Hurtado Flores (29) tiene dos hijos. “Convertirse en papá es lo más importante que se tiene en la vida, se sacan fuerza de donde no se tenga”, expresa.
Tiene una constructora y otros emprendimientos, pero asegura que aprendió a derivar las tareas para compartir más con la familia. Comenta que son cinco hermanos y disfrutan de la compañía de su padre Richard Hurtado Pinto (57), que ya tiene cuatro nietos.
Algunos también han recibido duros golpe de la vida, pero eso los unió más a sus hijos. Juan José enviudó hace 15 años y quedó a cargo de su hija de 10 años y su hijo de 11, los que ahora ya son jóvenes. “Los hijos nos impulsan a mejorar, son nuestros motores para seguir adelante”, comenta al indicar que gracias que su hija le recordaba cada día que quería tener una casa propia, pudo hacer realidad ese sueño.
FUENTE: www.eldeber.com.bo