La Región del Gran Chaco, entre 2010 y 2015, experimentó un notable descontrol en el manejo de sus recursos económicos, derivados del 45% de las regalías por hidrocarburos. Durante este periodo, no solo se incrementaron los ingresos, sino que también se registró un significativo aumento en la deuda de la región.
Juan José Quecaña Quispe, quien ocupó un cargo de autoridad en esta región, admitió que la administración de estos recursos fue deficiente. Según su testimonio, la llegada de grandes sumas de dinero no fue acompañada de una planificación adecuada, lo que llevó a un uso ineficaz de los fondos. Quecaña puntualizó que los recursos se destinaron a bonos, programas sociales y festividades, lo que él calificó como un despilfarro.
Durante su gestión, Quecaña se enfocó en proyectos de infraestructura, mencionando ejemplos concretos de obras realizadas, como el mercado barrio nuevo y un centro tecnológico. Criticó la falta de inversión en proyectos esenciales, como un hospital y un estadio, donde se comprometieron recursos que nunca se concretaron, obligándolo a asumir una carga financiera mayor.
En 2014, cada una de las tres regiones chaqueñas recibió 700 millones de bolivianos, lo que sumaba un total de 2.100 millones. Quecaña recordó que, a pesar de estos fondos, la administración local no supo aprovecharlos, gastando sumas significativas en celebraciones y eventos.
Al asumir su cargo en 2015, se encontró con una proyección de ingresos reducida a 300 millones y una deuda acumulada de aproximadamente 750 millones. Durante su mandato, se identificaron numerosos proyectos, muchos de los cuales resultaron ser costosos estudios sin aplicación práctica.
Quecaña también mencionó la reducción del personal de 2.000 a 500 empleados como una medida para optimizar recursos y hacer frente a las deudas acumuladas. En su gestión, se logró saldar cerca de 700 millones en deudas, con el resto financiado a través de créditos.
A pesar de las dificultades, Quecaña destacó que se llevaron a cabo obras importantes, como el camino Palo Marcado-La Vertiente, en colaboración con la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), asegurando que el actual gobierno regional, aunque aún con deudas, tiene una situación financiera más manejable