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El Gobierno ha depositado su confianza en un ambicioso proceso de industrialización, con el objetivo de alcanzar un crecimiento del 3,5% para el año 2025, según lo estipulado en el proyecto de Presupuesto General del Estado. Las dificultades económicas enfrentadas en 2024 se atribuyen a una combinación de factores tanto internos como externos.
En un comunicado del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, se destacó que el próximo año se implementará una estrategia que combinará inversiones tanto públicas como privadas, el desarrollo de sectores estratégicos y la mejora de la productividad agrícola. Entre los proyectos mencionados se incluye el impulso a la minería de plata y el inicio de operaciones de la planta siderúrgica del Mutún, así como la planta FAME 2. Estas iniciativas están diseñadas para disminuir la dependencia de subsidios al diésel y ayudar a mitigar el déficit fiscal.
El ministerio también anunció la apertura de varias plantas industriales, que abarcarán desde diez instalaciones de bioinsumos hasta plantas dedicadas a la producción de frutas, cereales y productos cárnicos. Se proyecta la creación de diez plantas para procesar papa, cuatro para yuca, cinco en la industria aceitera y tres centros de acopio y almacenamiento. Además, se contempla la explotación de minerales tecnológicos y un incremento en la productividad agrícola.
Las expectativas para 2025 son optimistas, con el ministro Marcelo Montenegro afirmando que se prevé un año más productivo y con una inflación controlada.
En cuanto a la evaluación del año 2024, el ministerio señaló que la economía se vio afectada por varios factores, incluyendo una caída del 12,1% en el PIB del sector de hidrocarburos y una inflación acumulada del 8,82%, la más alta en 16 años. Los bloqueos prolongados en Cochabamba, que sumaron 40 días en total, generaron pérdidas significativas y contribuyeron al aumento de la inflación.
Otros problemas como el contrabando, la sequía y fenómenos climáticos también jugaron un papel en el aumento de precios. El ministro Montenegro destacó que la sequía de 2024 fue una de las más severas en décadas y se espera una normalización en las condiciones climáticas para el año siguiente.
A nivel internacional, el aumento en las tarifas de transporte marítimo y los precios de alimentos complicaron aún más la situación económica. Montenegro recordó que el Gobierno enfrentó múltiples desafíos, incluido el impacto de la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania, que elevó los precios del petróleo y las tasas de interés, afectando el servicio de la deuda externa.
En cuanto al comercio exterior, el año 2024 mostró una tendencia mixta, con déficits en los primeros meses, seguidos de un superávit en el segundo trimestre, aunque se registraron saldos negativos en julio y un repunte en agosto y septiembre.
Para 2025, el Gobierno proyecta un crecimiento del PIB del 3,51% y una inflación del 7,5%, con una inversión pública de 4.024 millones de dólares y un déficit fiscal del 9,2% del PIB. Entre los proyectos destacados se encuentran una planta de diésel renovable, la industria farmacéutica y la industria química básica.
El Gobierno también planea impulsar la exploración de nuevos campos hidrocarburíferos, una tarea que no se realizó en años anteriores. Se espera que la industrialización y la sustitución de importaciones sean claves para mejorar la economía, con la apertura de numerosas plantas productivas que contribuirán a reducir el déficit fiscal y generar ahorros en divisas.
Se anticipa que la Planta Siderúrgica del Mutún, con una capacidad de producción de 200.000 toneladas de acero al año, comenzará a operar en el primer trimestre de 2025, lo que permitirá una significativa reducción en las importaciones. Además, se prevé el lanzamiento de plantas para la producción de biodiésel, así como instalaciones para el procesamiento de productos agrícolas y cárnicos, ampliando así la capacidad productiva del país.
El Gobierno también está interesado en la explotación de minerales tecnológicos, como el niobio, que podrían abrir nuevas oportunidades en el mercado global, diversificando aún más la economía nacional