El gobierno argentino ha puesto en marcha el plan Güemes en las áreas limítrofes con Bolivia, con el propósito de combatir el narcotráfico y otros delitos que se han incrementado en esa región. Este anuncio llega en un contexto donde la recuperación de la moneda argentina y la inflación en Bolivia han llevado a muchos argentinos a cruzar la frontera hacia localidades como Bermejo, en busca de productos más accesibles.
Recientemente, se ha observado un notable aumento en la afluencia de ciudadanos argentinos a Bermejo, donde se han registrado miles de cruces durante el fin de semana pasado. Rubén Reyes, asambleísta departamental por Bermejo, destacó que desde la implementación del plan el lunes, ha habido un considerable despliegue de fuerzas de Gendarmería y de la Prefectura Naval en la frontera.
Sin embargo, esta medida ha tenido un impacto negativo en la actividad comercial local, que ha disminuido significativamente, afectando la economía de Bermejo. Reyes también señaló que el aumento de la actividad delictiva en la zona, especialmente entre Bermejo y Aguas Blancas, ha sido alarmante, lo que ha llevado a la necesidad de una respuesta gubernamental.
El asambleísta expresó su esperanza de que el plan Güemes logre su objetivo de combatir el narcotráfico sin perjudicar el comercio legítimo. Además, subrayó la falta de atención al funcionamiento del comité de frontera binacional entre Argentina y Bolivia, un organismo que históricamente ha facilitado el diálogo y la mejora de relaciones entre ambos países, pero que actualmente no está operativo.
Por otro lado, Reyes hizo hincapié en que, dentro del marco del Mercosur, del cual Bolivia es ahora parte, el gobierno boliviano debería trabajar para maximizar los beneficios de esta integración. También cuestionó las implicaciones de un posible cierre de la frontera, sugiriendo que esto iría en contra de los principios del Mercado Común del Sur