La atención oncológica en Tarija se enfrenta a serios retos, destacando la insuficiencia de recursos para el diagnóstico y la prevención del cáncer de mama. Actualmente, la región sur del país cuenta con un solo mamógrafo, ubicado en el Hospital Materno Infantil de Tarija, el cual ha sido adquirido recientemente con una inversión cercana a los 12 millones de bolivianos. Este hospital, que opera bajo el Sistema Único de Salud (SUS), se encuentra desbordado por la demanda, abarcando tanto casos complejos de cáncer como estudios preventivos.

María Lourdes Vaca, Secretaria de Desarrollo Humano de la Gobernación de Tarija, ha expuesto la crítica situación en la que se encuentra el sistema de salud. Según sus declaraciones, en Tarija se han registrado 11.000 casos de cáncer, de los cuales el 17% corresponde a cáncer de mama. La funcionaria enfatizó la importancia del mamógrafo para la detección temprana de esta enfermedad, lo cual es crucial para mejorar las tasas de recuperación.

A pesar de contar con un equipo moderno, el funcionamiento del servicio se ve afectado por la escasez de especialistas. Vaca mencionó que, aunque el mamógrafo está en condiciones óptimas, el principal obstáculo radica en la disponibilidad de un imagenólogo que realice la interpretación de los estudios, lo que provoca retrasos en la atención y una acumulación de solicitudes.

El acceso gratuito al servicio, garantizado por el SUS, ha llevado a un aumento significativo en la demanda, no solo por parte de los habitantes de Tarija, sino también de pacientes de otras regiones del sur del país. Sin embargo, la funcionaria aclaró que no hay planes inmediatos para adquirir un segundo mamógrafo, citando limitaciones presupuestarias que complican la situación.

Vaca también mencionó que una posible solución podría provenir de la Región Autónoma del Chaco, que está en proceso de establecer su propio hospital de tercer nivel. Se está gestionando un crédito del gobierno nacional de aproximadamente 54 millones de bolivianos para equipamiento, aunque estas gestiones son competencia de la autonomía regional.

La necesidad de descentralizar los servicios de diagnóstico oncológico es evidente, dado que el Chaco atiende a una población considerable de las provincias de Yacuiba, Villamontes y Caraparí. La dependencia del mamógrafo en Tarija no solo implica costos adicionales para las familias, sino que también ejerce una presión significativa sobre el único equipo disponible.

En un esfuerzo por abordar esta problemática, la Gobernación de Tarija ha destinado más de 2 millones de bolivianos para la compra de medicamentos para pacientes oncológicos con casos complejos, complementando así las atenciones gratuitas del SUS y buscando asegurar un tratamiento integral.

Mientras tanto, el Hospital Materno Infantil continúa ajustando su capacidad para programar estudios y atenciones, en un intento de satisfacer una demanda creciente. Esta situación resalta la urgente necesidad de invertir en infraestructura sanitaria y fortalecer la colaboración entre las diferentes regiones autónomas, con el fin de garantizar una atención oncológica adecuada y de calidad para toda la población

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