Al inicio de cada gestión académica a los docentes nos invade la curiosidad y la ingenuidad de repensar nuestra aula, cómo serán los procesos de enseñanza y aprendizaje, qué construiremos durante el semestre. Los más osados se animan a diseñar estos, otros nos entregamos a la posibilidad de las interacciones que se irán construyendo en el aula con cada encuentro.
La experiencia en aula nos ha enseñado que el conocimiento no es un objeto que se transfiere de un sujeto a otro, sino un proceso dialógico, construido colectivamente, la creatividad se convierte en un elemento central tanto para docentes como para estudiantes, frente a nosotros se abre un espacio y un tiempo donde todo es posible, nos animamos a pensar que, luego de compartir tiempo juntos, seremos transformados, al final de nuestro encuentro seremos otros y otras, sabremos un poco más.
El aula florece en un ambiente de libertad, un ambiente donde la expresión de dudas y aciertos son recursos invaluables para la construcción de aprendizajes y enseñanzas valiosas y significativas, espacio de ejercicio de la libertad de construir un proyecto de vida que se nutre de nuevas miradas y experiencias compartidas en confianza.
El inicio de clases supone un espacio de la creatividad y la libertad que implica repensar nuestras metodologías. Esto no significa abandonar el rigor académico, sino ampliar las formas de aprender y enseñar. El diálogo, el aprendizaje basado en proyectos, la investigación-acción y el uso de herramientas digitales interactivas son algunas estrategias que favorecen la construcción de conocimientos en comunidad. También implica reconocer la diversidad de saberes y experiencias que cada estudiante trae consigo, a un ambiente seguro y cordial.
El aula es el lugar donde se gestan las grandes preguntas, donde se sueñan nuevos mundos posibles y donde la utopía es una herramienta de transformación. Para ello, la creatividad y la libertad no pueden ser concesiones ocasionales, sino principios fundamentales de toda práctica educativa. Solo así podremos responder y cuestionar los desafíos del presente, seremos capaces de imaginar y construir mundos y futuros posibles donde todos estamos y seamos parte.
Asumamos este inicio de gestión educativa como un desafío para la esperanza, de mundos posibles donde todos y todas pertenezcamos.
CONSTRUIR COMUNIDAD
Luis Camilo Kunstek Salinas
Gestor Académico de Proyectos Nacionales UCB
ckunstek@ucb.edu.bo
FUENTE: www.opinion.com.bo/