El viceministro de Defensa Social, Ernesto Justiniano, atribuyó a intereses políticos del gobierno anterior el retraso en la entrega del Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca en Bolivia 2024, elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc). Según Justiniano, esta demora buscaba ocultar datos sensibles relacionados con la producción ilegal de cocaína, especialmente en la región del Chapare.
Durante una reunión con medios de comunicación organizada por representantes de la Unodc, la Unión Europea y el Viceministerio de Defensa Social, la autoridad denunció que la gestión del Movimiento al Socialismo (MAS) mantuvo un manejo cerrado y restrictivo de la información sobre cultivos de coca y narcotráfico. En contraste, el actual gobierno encabezado por el presidente Rodrigo Paz Pereira ha asumido el compromiso de transparentar estos datos, revelando indicadores que anteriormente no se difundían oficialmente.
Justiniano explicó que, aunque la publicación del informe 2024 se retrasó, esta situación tuvo un aspecto positivo, pues permitió incluir información adicional relevante, como la producción potencial de cocaína, un dato que en versiones previas no había sido considerado. Tradicionalmente, estos informes se entregaban hasta agosto de cada año, pero durante la administración del exministro de Gobierno Eduardo del Castillo, su difusión fue postergada sistemáticamente y, desde 2023, reemplazada por reportes internos sin el respaldo técnico de la Unodc.
El viceministro también detalló que el actual gobierno solicitó a la Unodc aplazar la entrega del informe con el fin de incorporar información clave que no figuraba en la versión preliminar. Entre los datos añadidos destaca que el 91,5% de las 37.215 toneladas métricas de hoja de coca producidas en 2024 en el Trópico de Cochabamba se destinaron al mercado ilegal vinculado al narcotráfico. Este volumen podría haber permitido la producción de al menos 184 toneladas de cocaína, según el informe.
Respecto a estas cifras, Justiniano afirmó que la hoja de coca proveniente del Chapare no se destina para consumo tradicional, sino que alimenta directamente al narcotráfico. Por su parte, Leonardo Correa, coordinador regional de la Unodc, aclaró que la entidad no establece fechas fijas para la entrega de estos informes, aunque coordina con los gobiernos nacionales. Correa también reconoció que la elaboración del informe enfrenta desafíos técnicos y sociales, especialmente en la recopilación de datos georreferenciados sobre cultivos de coca.
Con la publicación de este informe, el gobierno busca establecer un cambio en la política antidrogas, promoviendo un debate abierto sobre el uso real de la hoja de coca y la relación estructural entre la producción excedentaria y el narcotráfico en el país

