Tras un prolongado periodo de distanciamiento y desconfianza, Bolivia e Israel han decidido reanudar sus relaciones diplomáticas en una ceremonia oficial celebrada en Washington. Los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países, Fernando Aramayo Carrasco y Gideon Sa’ar, suscribieron un comunicado conjunto que marca el fin de años de ruptura y establece una agenda de colaboración en sectores clave como ciencia, innovación, seguridad alimentaria, tecnología, salud y turismo.

Durante el acto, Sa’ar calificó este momento como un avance histórico, señalando que se abandona una etapa innecesaria para dar paso a un vínculo basado en la confianza y la cooperación que beneficiará a ambas naciones. En la ceremonia también participó el ministro boliviano de Economía, José Gabriel Espinoza.

El gobierno boliviano resaltó que esta iniciativa se alinea con la estrategia del presidente Rodrigo Paz, orientada a diversificar las alianzas internacionales y fomentar la transferencia de conocimiento, inversión y desarrollo tecnológico. Aramayo enfatizó la importancia de contar con socios adecuados para integrar a Bolivia en el escenario global, destacando a Israel como un aliado natural y amigo.

El acuerdo firmado contempla la restauración completa de las relaciones diplomáticas, incluyendo la designación próxima de embajadores. Además, se conformará un equipo de alto nivel que tendrá la responsabilidad de elaborar una hoja de ruta para la reapertura de embajadas permanentes. El pacto también prevé el intercambio de visitas oficiales y privadas, tanto gubernamentales como empresariales, con el objetivo de identificar y potenciar oportunidades conjuntas. Asimismo, se establecerá un diálogo político continuo entre ambas cancillerías para fortalecer los lazos bilaterales, regionales y multilaterales.

Israel manifestó su disposición para colaborar con Bolivia en proyectos relacionados con agricultura inteligente, gestión hídrica, tecnologías médicas, innovación, salud pública y la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo. Sa’ar expresó el compromiso de trabajar con el nuevo gobierno boliviano y profundizar la cooperación en diversas áreas.

En materia turística, la eliminación del requisito de visa para ciudadanos israelíes anticipa un aumento significativo en el flujo de visitantes hacia Bolivia. El canciller israelí destacó que miles de turistas de su país regresarán a disfrutar de las riquezas naturales y culturales bolivianas.

Este restablecimiento de relaciones pone fin a un periodo de tensiones que comenzó cuando Bolivia, bajo la administración del Movimiento al Socialismo (MAS), decidió romper vínculos diplomáticos con Israel a finales de octubre de 2023, en protesta por el conflicto en Gaza. En aquel momento, Israel calificó la medida como una rendición frente al terrorismo. Posteriormente, Bolivia se sumó a una iniciativa internacional ante la Corte Internacional de Justicia relacionada con presuntas violaciones a la Convención contra el Genocidio.

El cambio en la dinámica bilateral se produjo tras la elección del presidente Rodrigo Paz en octubre de 2025. Apenas un día después, el canciller israelí estableció contacto con el mandatario boliviano para expresar su voluntad de abrir una nueva etapa en las relaciones entre ambos países.

En el evento, ambos ministros de Relaciones Exteriores recordaron la historia compartida que une a Bolivia e Israel, destacando que Bolivia brindó refugio a miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial y apoyó la creación del Estado de Israel en 1947. Aramayo subrayó la amistad y los desafíos comunes que han marcado la relación a lo largo de las décadas, mientras que Sa’ar resaltó el papel de Bolivia como una nación solidaria en momentos críticos para el pueblo judío.

El acto de firma en Washington también contó con el respaldo político de Estados Unidos, que celebró la normalización de los vínculos como parte de un esfuerzo regional para fortalecer alianzas estratégicas. El canciller israelí reconoció la importancia del apoyo estadounidense en este proceso y anunció próximas visitas a América Latina en 2026.

Con este acuerdo, Bolivia e Israel dejan atrás un ciclo de confrontaciones diplomáticas y reactivan un vínculo que ambos gobiernos consideran fundamental para impulsar avances en ciencia, economía, educación y tecnología. Aramayo expresó su entusiasmo por la apertura de Bolivia a turistas, inversionistas y socios israelíes, mientras que ambos cancilleres coincidieron en que este nuevo capítulo representa un compromiso con un futuro más estable, seguro y próspero para sus pueblos

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